El engaño.

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Abro los ojos y estoy en la habitación de mi madre, bueno, donde vivíamos anteriormente.

-¿Qué...? –la puerta se abre y entra mi madre, ella sonríe.

-Vic ¿cómo te sientes? –se sienta a un lado de la cama. - ¿Te sientes mejor?

-¿De qué hablas, mamá? –me mira preocupada. –Mamá...

-Te golpeaste fuertemente la cabeza, tú padre te encontró sangrando y...

-¿Mi padre? ¿De qué...? ¿De qué hablas? No lo entiendo...-siento un fuerte dolor en mi cabeza, llevo mi mano al lugar donde duele y tengo una venda.

-Cariño...-toma mi mano y me separo.

-No, algo está pasando y...

-¿Qué sucede? –dice mi padre entrando por la puerta, lo miro. –Vic, hija...

-Papá...-una lágrima cae por mi mejilla. –Estás vivo. –lo abrazo y se sentía cálido.

-Bueno, siempre lo he estado. –lo miro.

-Debes descansar, Vic. –dice mi madre.

-Tú madre tiene razón, te golpeaste fuerte y...

-No, espera, algo...-me hala. –Papá...

-Debes descansar. –hace que me acueste.

-Mamá...-me mira y sonríe.

-Descansa, te amamos, hija. –salen y me siento.

-¿Qué está sucediendo? –siento que mi cabeza gira y me acuesto, tocan de nuevo la puerta y me siento. - ¿Sí? ¿Quién es?

-¿Puedo entrar? –era la voz de Gael.

-Amm...sí, claro. –entra y sonríe al verme.

-¿Nos vamos, cariño? –lo miro confundida. Sus ojos eran azules y el hormigueo persistía. Ya entendía, Strauss estaba en mi cabeza, tenía que fingir.

-Me siento mal...

-Sanarás. –se acerca sentándose a un lado mío y el hormigueo se había vuelto más intenso. –Mientras te cuidaré. –lo miro y sonrío.

Todo se había vuelto negro de nuevo, una luz cegadora hace que abra los ojos, estábamos fuera de la Mansión Dagger, Gael tenía mi mano entrelazada con la de él.

-¿A dónde vamos? –le pregunto.

-A estar solos. –mi corazón latía rápidamente nuevamente.

-¿Solos?

-Exacto.

-Bueno...-la escena vuelve a cambiar, esta vez es en el bosque.

Estaba corriendo, algo me perseguía, no sabía que solo sabía que tenía que correr, me tropiezo con algo y caigo bruscamente al suelo, me arrastro como puedo, estaba sin oxígeno, había caído encima de mi estómago.

-Creo que debería llevarle tú cabeza a tus tíos ¿no crees? –era Brody. Me volteo y es un lobo.

-¿Qué...? –toso y se ríe.

-Fuiste un poco tonta al ir sola.

-¿Un poco?

-Sí, un poco, sobre todo porque acepto el trato de Joshua. Así que dile, pero si lo infringe morirás tú.

-Yo...yo le digo. –toso y se va. –Eso estuvo cerca...-todo se oscurece y al volver a aclararse me percato que estoy desnuda encima de Gael, mis mejillas arden y el hormigueo se hace más intenso.

HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora