Híbrida

Normalidad.

Narra Vanessa.

Me sentía cansada, quería dormir, no me importaba nada.

-¿Acaso ya olvidaste el sabor de mi sangre? –la voz de Gael se escuchaba lejana. Carmín se había detenido, me deja caer. ¿Tenía tanta mala suerte que hasta en el cuerpo de Victoria todo salía mal? –Sé que...

-Sé lo que tratas de hacer. –trato de fijar mi mirada, pero no podía, todo se volvía negro.

-Oye...-escucho la voz de Gael. >> ¿Cuánto dormí? << -Despierta...-me mueve.

-Me siento...cansada...

-Estarás bien. –lo miro, estaba despeinado y tenía el cabello húmedo. - ¿Qué?

-¿Tuviste...?

-Carmín salió, tienes que beber sangre. –niego ante lo que me había dicho, no podía, lo iba a asesinar.

-No...

-Estás en el cuerpo de Victoria, así que...-niego. –Hazlo o te obligaré.

-Bien. –corta un poco su muñeca y agarro su brazo. >>Puedo hacerlo<< coloco mi boca alrededor de su herida y succiono la sangre, al sentirme mejor me detengo y quita su brazo. - ¿Cómo supiste...?

-¿Qué no me asesinarías? –lo miro. –Conozco el cuerpo de Victoria. –agacho la cabeza.

-Por eso supiste que era Vanessa.

-Si hubieses sido Victoria al momento de darte el beso en la frente ella me habría preguntado que si iba a morir. –lo miro. –Sus gestos.

-Ella...no sé cómo llegué aquí.

-Se llama cambio de cuerpo. –se levanta y estira su mano hacia mí. –Es un poder extraño.

-¿Tú lo tienes? –tomo su mano y niega riendo. Me ayuda a levantarme.

-Joshua, pero no es momento para charlar, tenemos que salir. –me hala.

-Espera...-me ignora. - ¿Por qué la prisa?

-Voy a morir si no salimos de aquí.

-¿Hablas de Carmín?

-Cierto, ella está por llegar. –siento a alguien venir, nos detenemos. –Mierda...-me suelta la mano bruscamente y escucho un estruendo.

-Mi pequeño Gael, te vas después de habernos divertido...-era Carmín. Ella niega. Lo tenía recostado contra la pared, su brazo estaba en el cuello de Gael.

-Maldición...eres como...una espina...

-¿Eso dices después de lo de hace unos minutos? –él se ríe con dificultad.

-Sabes que...puedo fingir...-ella lo golpea y escupe sangre. –Perra...

-Te asesinaré...

-¿Por qué...no lo has...hecho? –ella se enoja.

-Esperaré a que tú novia venga, la torturaré frente a ti. –él se ríe.

-Escuché que...la última vez casi te asesi...naba.

-Tengo juguetes nuevos. –lo suelta. –No mueras antes de que ella llegue. –Carmín me mira. –Tú vienes conmigo. –me coloca un collar en el cuello con una cadena y me hala.

-¿Qué...?

-La presentación está por comenzar. –me hala hacia donde estábamos, el lugar era frío, ya no quería estar aquí. Cierro los ojos fuertemente, era horrible, quería regresar a mi cuerpo. Abro los ojos en el momento que ya no siento el collar en mi cuello. Estaba en un lugar diferente.