Prefacio

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"Érase una vez, en un enorme bosque, una feroz criatura que provocaba el pánico en cada humano que lo viera pasar. Aquella criatura de gran tamaño, filosas garras, colmillos y una apariencia lobuna; a pesar de tener un nombre, era conocida simplemente como "Borja"...".

—Mami, ¿por qué esa criatura está en ese lugar? —Pregunta la pequeña que permanece arropada sin dejar de mirar a su madre.

—Ese es su hogar, cariño —Responde con una sonrisa.

—¿Qué es él?

—Una criatura nacida de todo lo malo que hacen las personas, hija mía. A criaturas como él las llaman "Demonios".

—¿Es malo?

—No mi niña, Borja es diferente a los demás demonios. Ya lo verás cuando lo conozcas.

—¿Cómo sabes que no es como los demás demonios? —La mujer se sienta en el borde de la cama para besar la frente de su hija y responder a su pregunta.

—Porque lo conozco; pero fue hace mucho, mucho tiempo atrás.

—¿Crees que te recuerde?

—Lo dudo, cariño. —Responde sin deshacer su cálida sonrisa —Ya es hora de dormir, Vesta. Pero recuerda esto, los humanos le temen a lo diferente. Tú y yo somos diferentes; pero estoy segura de que estarás a salvo con él. Confía siempre en mi lobo. Él te protegerá.

—Sí, mamá.

La mujer ve cómo su pequeña hija se duerme poco a poco. Mientras, recuerdos ligados al cuento invaden su mente.

 Mientras, recuerdos ligados al cuento invaden su mente

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El bosque de los demonios (4): Érase Una Vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora