Ya bastante lejos del hogar de las brujas, el brujo del engaño, Stolas, sigue el ligero rastro de aquella sombra con apariencia de lobo que intentó atacar a la joven Rynna.
—Vamos demonio —Canturrea mientras camina —No creas que saldrás victorioso luego de intentar atacar a mi bella florecita. Te enseñaré a que nadie se mete con lo que es mío.
A pesar de no tener un rastro visible que lo guíe hacia la sombra lobuna, el brujo continúa su recorido con toda calma por su camino.
—Pero ¿qué tenemos aquí? —Dice el brujo, expresando perezosamente su sorpresa por lo que está viendo. —Así que fue así como naciste.
La gran cantidad de cadáveres dispersados por el bosque le da al brujo un punto de partida seguro. Ya sabe cómo fue que surgió el demonio de las sombras de lobo. Y menos importante, ya sabe quién lo creó
—Que arroje la primera piedra aquel que esté libre de pecado —Dice mientras se acerca a un cuerpo humano —¿No es eso lo que siempre profesan a su Dios generoso? Que estupidez.
En medio del silencioso y lúgubre lugar, un leve gemido llega a los oídos del brujo. Un lobato solitario.
—Pobrecillo —Dice ofreciendo su mano para que este se acerque. —Los humanos son tan despiadados. Dejarte sin familia es simplemente horrible ¿no? —El lobato se deja tomar —Pero tranquilo, me ocuparé de ellos y de en lo que tu familia se ha convertido.
Los ojos amarillos del lobato reflejan tristeza y la imagen de Stolas.
El brujo, lejos de sentir empatía por el pobre animal, lo acaricia unos cuantos minutos antes de simplemente darle fin a su vida.
—Y tú vas a ayudarme a encontrarlo.
No pasa mucho tiempo hasta que una sombra parece salir del cuerpo sin vida del lobato.
—Muy bien, querida sombra. Ahora llevame hacía los demás. Muéstrame qué cosa te está llamando.
***
No muy lejos del arco de piedra, Rynna ve a su hermana Remena a orillas del río.
—Rynna, ¿qué sucede?
—Nada, solo salí a caminar. Es todo.
Remena extiende su mano para invitar a su hermana a sentarse junto a ella.
Mientras la abraza, Remena decide hablar.
—¿Quieres hacer esto? —Rynna alza la mirada sorprendida —Se nota en tus ojos, querida.
—No me siento libre...
—Te entiendo, hermanita.
—Raksha...
—Raksha no puede vigilarte por siempre —Dice con una sonrisa cómplice —Solo prométeme que no harás nada que te ponga en peligro.
—Lo prometo.
—No le enseñes a los humanos tu magia, y no la uses a menos que sea tu última opción.
—Está bien.
—Te quiero.
—Y yo a ti —Dice mientras la abraza con fuerza.
—Ahora ve.
Sin esperar un minuto más, Rynna se levanta para comenzar a caminar en la primera dirección que ve.
Al fin conocerá el basto mundo que tanto quiere ver.
¿Qué habrá para ella en su camino?
¿Será que conocerá humanos? ¿Otros brujos? O quizás, ¿algún demonio?
—¿Hacia dónde quieres que vaya? —Pregunta a su gijarro, que no tarda en responder enseñándole una dirección con la flecha.
Ya aclarado el camino, la joven bruja se decide a seguirlo sin una pizca de duda. La curiosidad y el deseo de salir son las cosas que la motivan a dar el primer paso hacia ese mundo desconocido.
Sin saber, que a varios días de camino, una bestia durmiente comienza a controlar sus mil y un almas en pena. Almas, que con cada día que pasa, siguen aumentando en número.
***
En el interior de la fría y oscura cueva, el demonio se concentra en su respiración mientras permanece con los ojos cerrados, atento al nuevo par de ojos que lo dejan ver el lugar que le dio la vida.
—Infeliz...
"La sombra lo atraerá hasta acá".
"En cuanto llegue acabarás con él por su osadía".
"Mátalo ahora. No parece un humano normal"
—Silencio.
La última voz pareció ser más observadora.
—Eso es...
"¡Espera!"
"¿Qué es eso?"
Otros ojos le muestran una nueva imagen. Una joven de cabello rojo brillante ante la luz del sol que camina siguiendo el objeto en su mano.
La atención del demonio se desvía completamente hacia la chica. Algo le dice que no es una humana común.
—Síguela —Ordena. Su interés por ella parece crecer cada vez más.
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El bosque de los demonios (4): Érase Una Vez
FantasyYa conociste la historia del bosque plagado de demonios en el que un día apareció una pequeña que cambió a la criatura más tenebrosa de la humanidad hasta el punto de convertirla en su familia. Pero... ¿Cuál es el principio de aquella historia? Éra...