Capítulo 2

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Ya en el círculo, ambas brujas se preparan para iniciar con el entrenamiento. La bruja menor aun no puede controlar a la perfección aquella magia tan poderosa que hasta ella misma desconoce los límites de esta.

—¿Lista?

—Claro que sí.

Las brujas hermanas dejan salir su magia con el fin de que la menor logre vencer a Remena. Pero tan pronto como empiezan, el agua demuestra ser más fuerte que el fuego.

—Otra vez —Dice la bruja. —Concéntrate.

—Oye Rema —Dice la bruja menor, deteniendo a Remena —¿Crees que algún día pueda salir de este lugar?

—¿Por qué querrías salir?

—Para conocer. Quisiera ver qué hay más allá de nuestra casa. Conocer humanos y...

—Es por ellos que no salimos, Florecita.

La voz de un hombre hace que las hermanas volteen hacia él. Entonces, un hombre alto camina hasta cierta distancia sin dejar de mirarlas con una sonrisa.

—¡Stolas! —Rynna se apresura a saludarlo con un abrazo —¡Volviste!

—También te extrañé, mi bella flor roja. —Dice manteniendo una sonrisa  mientras acaricia su rojizo cabello.

—Nos trajiste algo de afuera? —Pregunta ansiosa.

—Pero claro que sí. No iba a llegar con las manos vacías a ver mis bellas brujas. —De su bolsillo saca lo que parece un guijarro de color rojo y lo coloca en la mano de la joven bruja —Esto es para ti, mi bella flor roja —La joven se sonroja y muestra fascinación por el obsequio.

—¡Está lindo! —Exclama con emoción. —¡Muchísimas gracias!

—¿Lo vez? No iba a venir con las manos vacías.

Luego de dar reiteradas veces las gracias al brujo, la joven bruja voltea a ver a su hermana para pedir algo sin decir ni una sola palabra.

—Adelante —Dice Remena —Terminamos por hoy.

—¡Gracias, nos vemos más tarde!

—¡Rynna! —La mencionada voltea a ver su hermana luego de que la llamara —No muy lejos de la entrada.

—No lo haré. Adiós. —Ambos brujos miran cómo la joven se aleja hasta perderse entre los arboles.

—¿Nada para mí? —Dice Remena, rompiendo el silencio que se había formado. El brujo la mira con su eterna y atractiva sonrisa mientras se acerca para tomar sus manos y besarlas.

—Pero claro que sí, mi rocio mañanero. No solo traigo regalos a la joven, Rynna. También para ti y para tus hermanas.

El brujo camina junto a Remena sosteniendo su mano con suavidad. Sabe perfectamente cuáles son los sentimientos de la bruja hacia él; pero aquello es algo con lo que nunca podrá empatizar.

Mientras ambos brujos caminan, la joven bruja corre alegremente por el bosque que ha sido su hogar desde siempre hasta llegar a lo que parece un arco de piedra, el cual, es la puerta de entrada a aquel interminable lugar que las oculta de los humanos.

A pesar de las advertencias de sus hermanas, la joven bruja no puede evitar querer salir de aquel infinito bosque. Sin duda ama su hogar; pero la curiosidad que siente por conocer lo que hay más allá de todo lo que ve es más fuerte. Tanto, que siempre busca cruzar el arco para recorrer lo más lejos que puede hasta que Raksha la descubre.

—El mundo es tan hermoso —Dice a la nada mientras mira el lugar —Quisiera poder conocer este mundo. Quisiera poder...

—¿Descubrir nuevas tierras? —La voz del brujo la toma por sorpresa —Quizás yo pueda ayudarte con eso, mi bella flor roja.

—¿De verdad?

—Raksha debe entender que es bueno que conozcas el mundo en el que habitas ¿no?

—Bueno...

—Lo entiendo perfectamente, brujo. —Ambos miran a la bruja que permanece de pie, con los brazos cruzados y con una expresión de seriedad que hace sentir a Rynna que está en problemas. —¿Se puede saber qué haces fuera otra vez?

—Yo...

—Vamos, Raksha —Habla Stolas —Deberías dejar que Rynna...

—Te agradecería que no interfieras en esto, Stolas —Dice con seriedad —Rynna, vuelve a...

El sorpresivo silencio de la bruja hace que tanto Stolas como Rynna miren en la misma dirección que ella. ¿Qué hizo que la bruja se interrumpiera a sí misma? ¿Qué es eso que observa en silencio como si fuera más importante de lo que parece?

—Un lobo... —Comenta Stolas, restándole importancia a la criatura frente a ellos.

—¿Raksha? —Balbucea Rynna al ver a la criatura que nota su presencia de forma desinteresada.

—Al arco de piedra, ahora.

¿Por qué la bruja le da tanta importancia a un simple lobo negro que no parece tener mucho interés en ellos?

¿Por qué la bruja le da tanta importancia a un simple lobo negro que no parece tener mucho interés en ellos?

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El bosque de los demonios (4): Érase Una Vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora