Capítulo 4

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Ya en su hogar, las tres brujas buscan un sitio en dónde sentarse y esperar el regreso de Raksha para que les explique lo que pasa.

-¿Por qué Raksha nos cuida tanto? -Pregunta Rynna.

-Ella es así -Responde Remena -Ha sido de la misma forma sobre protectora con todas.

-Aunque creo que contigo exagera -Se apresura en decir Ryuka. -Ya no eres una niña y te trata como si de verdad lo fueras. Pero la entiendo.

-¿Enserio?

-Te cuida mucho debido a tu magia.

-¿Qué tiene de malo?

-Nada. Solo es una magia muy fuerte que se debe aprender a controlar a la perfección. -Dice Remena.

-Pero sé controlarla bien. No es justo que Raksha me trate como una niña solo porque tema que no pueda usar mi magia. No me deja intentarlo.

-Podrías intentar convencerla de que puedes usarla bien y a voluntad. -Dice Ryuka, haciendo enfasis en la última palabra.

-Eso fue cuando tenía seis años.

-Pero siempre estará ligado a eso. Dejabas salir tu magia cuando te asustabas o enfadabas y creabas un caos que Remena debía limpiar.

-Aun así no es justo. Ella es injusta conmigo...

***

En el bosque, ambos brujos discuten sobre lo sucedido.

-...No llevaré a Rynna a ese lugar.

-La proteges demasiado, Raksha. ¿Qué pasará cuando quiera salir? ¿Cuando de verdad sea una adulta a la cual no puedas...?

-Stolas, yo me ocuparé de mis hermanas. Ese es mi deber.

-Un deber que pronto deberá acabar, querida.

La discusión se interrumpe en cuanto Stolas nota la hierba creciendo al rededor de los pies de Raksha. La bruja está enfadada; y la prueba viviente de ello es que su magia se haga presente.

-Déjame el proteger a mis hermanas a mí -Advierte -Ese asunto no te incumbe en nada.

-Como quieras, querida Raksha -Dice sin deshacerse de su sonrisa -Será mejor que comience a buscar a ese tal demonio. Hasta entonces...

-Stolas -El mencionado se detiene -Deja de jugar con Remena y de ganarte a Rynna con regalos. Si tengo que protegerlas incluso de ti, estoy dispuesta a hacerlo.

-No te preocupes, mi bella bruja sobre protectora. No tengo intenciones de dañar a ninguna de las dos. Eso te lo prometo.

-¿Qué tan factibles son las promesas provenientes del brujo del engaño?

-¿Por qué no lo averiguas?

Dicho eso, el brujo se encamina siguiendo el camino tomado por el demonio hace unos momentos.

Al perderlo de vista, Raksha regresa a la cabaña en donde sus hermanas la esperan. Sabe que Rynna exigirá una explicación y tendrá que dársela como sea.

-Ya estoy en casa -Anuncia Raksha, quien para su sorpresa, descubre a Ryuka y a Rynna sentadas a ambos extremos de la mesa jugando con una vela posicionada a la mitad de esta mientras Remena parece ser una especie de mediadora en la actividad. -¿Se puede saber qué hacen?

-Practicar -Responde Rynna con seriedad -¿Y Stolas?

-Se marchó a...

-¿Fue por el demonio? -Interrumpe Rynna mientras Remena y Ryuka parecen intentar quedar fuera de la discusión que comienza a formarse. -¿Por qué no lo ayudamos?

-No es nuestro problema. Además, ese demonio estuvo a punto de...

-Esa sombra ni siquiera parecía estar segura de lo que hacía -Raksha guarda silencio, intrigada con las palabras de su hermana menor -Sé que solo quieres protegernos, protegerme porque soy la menor; pero no puedes pretender mantenerme oculta en este lugar.

-Rynna...

-Quiero salir, Raksha. Quiero recorrer el mundo y conocerlo como es. Quiero conocer personas, ver demonios, animales... Quiero ser libre. -Los ojos de Raksha no miran a nadie más que a Rynna -Y tú no me dejas.

-El mundo no es como crees, Rynna. Si un humano te ve te matará. Y si un demonio te encuentra te atacará. No estás lista para estar más allá del arco de piedra...

-Y nunca lo estaré si no me dejas intentarlo. -Se pone de pie para dirigirse a su cama -Que tengan buena noche. Estoy cansada.

Raksha observa a Rynna, quien permanece recostada en su cama mirando hacia la pared. Sabe que no está dormida, así como también sabe que hay razón en sus palabras.

-Opino lo mismo que Rynna -Murmura Remena antes de levantarse para hacer lo mismo que su hermana menor -Si la proteges demasiado, solo conseguirás que lo inevitable pase de la peor manera.

Sin más que decir, Raksha acaba quedándose a solas frente a la caldera mientras sus hermanas duermen en sus respectivas camas.

-Muéstrame -Murmura a su reflejo en el agua -Quiero verlo...


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El bosque de los demonios (4): Érase Una Vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora