Al finalizar el día, Raksha y las demás brujas logran llegar al bosque en el cual Rynna y el demonio se encuentran ocultos.
—¿Segura que es aquí? —pregunta Ryuka, mirando hasta donde la oscuridad se lo permite.
—Este es el lugar en donde la vi —responde Remena.
—Chicas —Raksha llama la atención de ambos —. Estuvo aquí.
—¿Rynna? —Ryuka desecha la idea al ver lo que su hermana mayor le enseña. Un trozo de pelaje frío e irsuto que aun tiene manchas de sangre negra como la noche misma.
—Stolas —concluye Remena.
—Raksha —la mencionada mira a Ryuka, quien mantiene la vista en la oscuridad —¿Eso es...?
Remena y Raksha miran en la misma dirección. Un par de luces rojas y otras amarillas parecen estarlas observando. Las acechan como si fueran una presa jugosa.
—Sabe que estamos aquí —asegura la bruja mayor —. Venimos por Rynna. Exijo verla.
Leves gruñidos son la primera respuesta de aquellas sombran ocultas entre los árboles.
—Largo...
—No son bienvenidas...
—Fuera de aquí...
—No puedes quitárnosla...
—No pueden quitárnosla...
Las brujas oyen en completo silencio los susurros provenientes de las sombras que las observan. Una encima de otra como si intentaran hablar todas al mismo tiempo.
—La bruja nos pertenece...
—Le pertenece...
—No dejaremos que se vaya...
—No dejará que se la lleven...
—Raksha... —Remena se acerca con cuidado.
—Debemos encontrarla.
Nuevos gruñidos de advertencia impiden el avance de las brujas.
***
En medio de la oscuridad, el demonio de gran tamaño permanece con la mirada en la entrada de la cueva mientras la joven bruja duerme abrazada al lobato, junto él.
Por alguna razón se habían acomodado a su lado luego de que la joven regresara de hablar con el brujo. Sabía que había estado con él. Sabía que él estaba en el bosque, su bosque. Sabía que estaba cerca.
El silencio se mantuvo cuando la joven regresó. No dijo nada y solo se sentó a su lado, apoyando un costado en su pata como si no tuviera miedo de lo que era, como si no fuera un demonio que podía aplastarla sin el más minimo esfuerzo. Su expresión era diferente cuando regresó. Pensativa, las cejas rectas y sus labios con una leve encorvadura. La vista en la nada.
Ahora su expresión se encontraba más apasiguada, más suave. El demonio no la mira por estar vigilando, pero puede sentir su respiración casi sincronizada con la del lobato. Ambos en calma. En calma junto a él.
Sabe que las brujas estan en el bosque. Las puede escuchar, escucha la exigencia de la bruja mayor. Las puede ver en medio de la oscuridad. Pero les resta importancia.
"No pueden llevársela".
"No pueden quitárnosla".
"Debes impedir que lo hagan"
"Debes hacer algo".
Las voces en su interior abogan por querer proteger a la bruja y evitar que la alejen de su lado. Ninguna opina lo contrario. Las voces que antes exigían eliminarla, ahora permanecen en silencio, enterradas en lo más profundo de su ser.
La confusión parece estarse controlando. Las almas que se muestran cómodas con ella parecen haber logrado vencer a las que piensan lo opuesto.
La cueva continúa con el mismo silencio que cuando la joven había salido por la mañana. Pero, de alguna forma ahora era diferente. Estaba ahí, a su lado, sin decir una sola palabra porque dormía desde que el sol se había puesto y el lugar se habia sumido en la oscuridad.
El silencio perdura aun a su alrededor, pero el frío se había marchado cuando ella volvió.
Muchas cosas comienzan a irse cada vez que ella estáa su lado.
En algún momento se preguntó, si él tambien lo haría en algun momento. Al igual que esa sombra había salido de su interior, deliberadamente, solo para poder complacerla de alguna manera.
"Ella nos pertenece", dice un susurro lejano.
"No puede ser al revés".
"Nos pertenece".
"No nosotros a ella".
"No permitas eso".
Y es todo lo que sus voces internas murmuran antes de simplemente bajar la cabeza en dirección a las dos pequeñas criaturas junto a él. Para verlas por última vez antes de cerrar los ojos.
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El bosque de los demonios (4): Érase Una Vez
FantasiYa conociste la historia del bosque plagado de demonios en el que un día apareció una pequeña que cambió a la criatura más tenebrosa de la humanidad hasta el punto de convertirla en su familia. Pero... ¿Cuál es el principio de aquella historia? Éra...