Like a cupcake [Shikamaru Nara]

Especial 10k vistas: Shikadai.

⚠️Los hijos de los personajes principales (Boruto, Shikadai, etc.) tendrán la edad de quince años.⚠️

El sol comenzaba a entrar por la ventana junto a la cabeza de la azabache, quien comenzó a moverse con algo de incomodidad, al no querer despertar, hasta que, por girar su cuerpo, chocó con otro.

Abrió los ojos para toparse con un sonriente Shikamaru. ¿Desde cuándo su esposo despertaba antes que ella?

-- Buenos días, bella durmiente. --Una sonrisa adornó el rostro de la joven, mientras esta se apoyaba en el pecho del hombre junto a ella, en un intento por conciliar de nuevo el sueño.

Pero, el destino tenía otros planes, el sonido de toques en la puerta la hizo girarse de nuevo, estirando su mano para tomar el reloj sobre el mueble junto a la cama.

-- ¿Qué hora es, Yún? --El suspiro cansado que soltó su esposa alejó el cansancio del cuerpo del Nara, quien se sentó sobre el colchón, dejando ver su desnudo abdomen.

-- Las nueve de la mañana. --Un sonido de pesar abandonó la garganta de Shikamaru, causando que su novia frunciera el ceño.

-- ¿Ya tenemos que levantarnos? Es nuestro día libre. --Después escuchar de nuevo toques en la puerta, la mujer se levantó para tomar su bata y ponérsela, acercándose a la salida del cuarto para ver que necesitaba su hijo, pues era seguro que él tocaba.

-- ¿Qué pasa, cariño? --Una sonrisa pequeña floreció nuevamente en los labios de Shikamaru, ya que, sin importar que se haya levantado contra su voluntad para atenderlo, siempre le hablaba a Shikadai con ese dulce tono maternal.

-- Mamá, lamento si te desperté, pero, quería avisarte que voy a salir. --La azabache alzó una ceja viendo a su hijo, el casi no salía si no era para alguna misión, pero, decidió no decir nada de eso.

-- Está bien, cariño, ¿Vas con Inojin? --Se confundió aún más cuando logró percibir un muy leve tono rosado en las mejillas del chiquillo de ojos grises mientras este asentía con la cabeza.-- Ve con cuidado y no llegues muy tarde. --Se inclinó para besar la frente de su hijo antes de que saliera corriendo.

Al regresar a la cama con su esposo, este la observaba con detenimiento ante su silencio, pero, de pronto una risa salió de sus labios.

-- ¿Yún? ¿Qué pasa? --Si, preguntó con algo de miedo, no entendía esa risa de parte de su esposa.

-- Cariño, tengo una teoría, pero, si llega a ser cierta, más te vale tener la mente abierta. --Depositó un beso en sus labios antes de acomodarse para volver a dormir.

En otro lado de la aldea, el hijo del matrimonio Nara llegaba corriendo para ver a cierto rubio, que lo estaba esperando a la orilla del río.

-- Inojin. Lamento tardar, me quedé dormido. --El nombrado se giró para dedicarle una sonrisa al azabache, causando que este desviara la mirada algo avergonzado.

-- No te preocupes, Shikadai, igual no tiene mucho que llegué. ¿A dónde iremos? --El Nara se mantuvo en silencio un par de segundos, pensando en lo que había planeado tan sólo un par de horas atrás, tomando con cierta timidez la mano del adolescente de ojos azules.

-- ¿Te gustan los ciervos? --Los ojos de Inojin se abrieron de más, sabía perfectamente lo que el azabache tenía en mente, sin embargo, asintió con la cabeza.

Unos cuantos minutos después de que ambos adolescentes comenzaran a correr en dirección al bosque de los Nara, sin soltar sus manos, llegaron a su destino.

Tomándose unos segundos para retomar el aliento, viéndose con una sonrisa y un suave rubor en sus mejillas.

Pronto, se vieron rodeados de unos cuantos ciervos, quienes se acercaban cautelosamente al rubio. Fue ahí cuando Shikadai rodeó suavemente su cintura con un brazo.