¶ Capítulo 13: Decisión.
Los cuatro ex Akatsuki se encontraban en la oficina de Tsunade, frente al escritorio de la mencionada.
Sus capas estaban en el sofá que se encontraba ahí, ya que la rubia les había pedido que se las quitaran mientras hablaban.
Había un par de cazadores especiales ANBU cuidando que nadie entrara a la oficina, ni por la puerta ni por la ventana, por lo que los amigos de la azabache, incluyendo a cada sensei que había conocido a Yún, estaban sentados afuera de la torre, todos habían acabado lo antes posible sus misiones, querían estar ahí para saber que había decidido la rubia.
Tsunade se encontraba con los codos sobre el escritorio, con sus manos entrelazadas frente a sus labios, viendo fijamente a las personas frente a ella, en espera de la respuesta de estos.
-- ¿Y bien? ¿Qué dicen? ¿Aceptan? --La azabache vio a sus compañeros, los tres asintieron con la cabeza, a lo que ella suspiró antes de hablar.
-- Bien, Tsunade, aceptamos ser de ayuda para la aldea de la hoja cuando nos necesiten, y comprendemos que no se les puede dar un hogar de inmediato aquí a Kisame, Itachi y Tobi. --Sus manos llegaron a su cintura, manteniendo un contacto visual directo con la Hokage, incomodando un poco a esta, ya que no era algo que hiciera antes de desaparecer.
-- Eso lo tengo resuelto, les daré una casa justo a las afueras de la Aldea, tienen libre acceso, no se les arrestará o atacará. La aldea de la hoja está en deuda con ustedes. --La rubia se levantó para acercarse a ellos, pero de pronto una grave voz sonó en la habitación.
-- Así como la aldea de la arena. --Gaara había entrado, siendo el único que tuvo autorización de los ANBU, estando de pie con los brazos cruzados hasta que su vista cayó en cierta azabache, sus ojos se llenaron de lágrimas y se acercó despacio, temiendo que su mente le estuviese haciendo una mala jugada.-- ¿R-realmente eres tú? Yún.. --La azabache se acercó también, siendo rodeada con fuerza por el pelirrojo, quien finalmente pudo darse el lujo de derramar sus lágrimas.
-- Soy yo, rojito, después de tanto tiempo, finalmente estoy de vuelta. --Sus manos comenzaron a acariciar el cabello y la espalda del muchacho, en un intentó de consolarlo.
Sabía que se sentiría culpable, ella no quería eso, si, había decidido entregarse con tal de salvarlo, pero no era algo que él le hubiese pedido.
Además de que se había enterado que junto con Shikamaru, dedicaba lo más que podía de su tiempo para buscarla, cosa que se notaba con sólo verlo, estaba descuidado, más delgado de lo que recordaba y su piel había perdido ese brillo tan lindo que lo distinguía, ahora se veía opaca.
-- Perdóname, yo debí hacer más, debí ser yo quien se fuera con ellos ese día, tú tenías una familia y yo.. --Sus palabras fueron calladas por la mano de la chica, la cual lo miraba negando con la cabeza.
-- Y tú tenías que proteger a una aldea completa. No fue tu culpa, quiero que saques esa idea de tu cabeza, Gaara. Yo me entregué por MI voluntad, si tu ibas con ellos, no iban a dudar en matarte, en cambio yo, pude soportar lo que el líder tenía preparado para mi, y de no haber sido por ellos tres.... --Su otra mano apuntó a los hombres detrás de ella, quienes se sorprendieron un poco al ser mencionados.-- Aún seguiría atrapada en ese infierno. Pude salvarte, así como a Naruto y al resto de los jinchurikis. Eso compensa cada maldito segundo que pasé bajo las manos de Pain. --Cuando terminó de hablar, finalmente retiró su mano de los labios del pelirrojo.
Gaara bajó unos segundos la cabeza antes de ver a los hombres que habían ayudado a la muchacha, con una pequeña sonrisa.
-- Ustedes serán bienvenidos en la aldea de la arena, la noticia de que ayudaron a la hoja a detener el ataque de Pain y que mantuvieron a salvo a Yún, quien se sacrificó para salvar al Kazekage, ha corrido hasta llegar a la arena, por lo que han dejado de ser temidos, hay personas que han comenzado incluso a sentirse protegidos con ustedes. Pueden contar con el apoyo de mi aldea, como Kazekage, les doy mi palabra. --Tsunade y Yún sonrieron con orgullo por la seriedad de sus palabras.
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Like a cupcake [Shikamaru Nara]
FanfictionÉl, un chico al que todo le parece fastidioso, al que no le importa nadie más que sus amigos y familia, odia toda comida dulce, hasta que la conoce a ella. Ella, una chica a la que le cuesta ligeramente abrirse con los demás, acostumbrada a estar so...