Armin
Mercado, tienda de tés e infusiones, 10:45 de la mañana
Aquí huele bien. Muy bien.
Me envuelve una agradable mezcla de aromas florales con notas de frutas. Frutas caras. Té que nunca estará a mi alcance.
—¿Buscas algo en especial, señorita?—me dice la dependienta desde el mostrador. Es una anciana de rostro amable.
Me ajusto el pañuelo que me cubre la cabeza. Debí pedirle a Connie que me pusiera uno sin estampados florales.
—Aún estoy viendo qué elegiré—respondo, aunque en realidad no pienso comprar ni una sola cosa. De hecho, aunque quisiera, no podría.
O tal vez sí, pienso, viendo una caja con bolsitas de té de manzanilla. No es tan costoso y huele bien.
¡No, no, Concéntrate! ¿Viniste a comprar té o a ser un espía tan bueno como los tres hermanos que descubrieron a la institutriz?
Pero es que la manzanilla huele realmente bien.
Bueno, puedo hacer ambas cosas, ¿no?
Estoy por tomar una caja cuando escucho que un grupo de personas entra. En medio de ellos vislumbro al capitán Levi. Está usando un traje y el inconfundible pañuelo alrededor del cuello. Una vez dentro, los clientes se dispersan y él se dirige justo al estante donde estoy.
No puede ser.
Huyo a la sección de platos y tazas. Hay unas muy lindas pintadas a mano. Está justo al lado del estante de tés, así que es lo único que nos separa al capitán y a mí.
Viene solo. Bueno, es de esperarse que venga solo. ¿No? Así es su estilo. Más bien eso supongo. ¿Por qué vendría acompañado? Eso le parecería fastidioso.
Me froto el entrecejo. Me tiemblan las manos.
Ugh. Tengo que calmarme o terminaré rompiendo algo.
Debí tomar el cementerio público o la taberna Flaire...
El capitán retira una caja grande de té y resulta que, justo del otro lado, estoy yo. Él mira mi cara por un rato. Más bien solo mis ojos y parte de mi frente. El pañuelo la cubre casi por completo. Siento un vuelco en el estómago y mis piernas flaquean.
El capitán no me toma importancia. Mira la caja para comprobar si es lo que busca, la pone en su canasta y se da media vuelta. Celebro para mis adentros.
¡No me reconoció!
Desde ese mismo agujero lo veo irse a la fila para pagar. Hay un par de chicas bonitas ahí con las que se dispone a charlar. Vaya, no creí que fuera tan bueno con las palabras. No alcanzo a oír lo que dice, pero sea lo que sea, captura toda su atención. También habla con un hombre albino que está frente a él. Trae un parche en el ojo. Me pregunto si alguna vez fue soldado.
Me gusta ver este lado del capitán. Es amistoso y parece gentil. Hace sonreír a las personas. Tengo tan presente su imagen de soldado perfecto que a veces olvido lo mundano que es en realidad. Claro que hay más cosas sobre él además de su talento bélico. Posee una vida fuera de la legión.
Es un hombre que gusta de hacer las compras por la tarde y tener conversaciones casuales con gente a su alrededor. Y eso parece hacerlo feliz. El capitán es feliz.
Esbozo una leve sonrisa.
Bajo la mirada unos instantes y miro una taza que llama mi atención. Tiene pintado un girasol acompañado de arabescos dorados. Qué bella es.
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El libro de Josephine
FanfictionCon tan solo diez años de edad, Levi es llevado por su mentor a un burdel para que tenga sus primeras experiencias sexuales. Pero las cosas no ocurren como se esperaba, y Levi sigue con su vida tratando de comprender a las mujeres a su alrededor y l...