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ALICE HILL

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ALICE HILL

Si hubiera sabido todo lo que implicaba venir a Turín, no hubiera aceptado por nada del mundo venir acá y estoy segura de que Victoria mucho menos.

El argentino se había quedado estupefacto viendo a mi mejor amiga y ella solo trataba de evitarlo con la mirada, mientras que el rubio parecía divertirse con la situación.

–Bueno ahora que están con nosotros chicos, ¿les gustaría unirse al tour y así poder sacar unas fotos para las redes sociales? Sería perfecto para el club–les pregunta Andreas a los jugadores.

El rubio mira con una sonrisa al argentino y espera a que este de una respuesta, pero parece que algo había pasado entre mi mejor amiga y Paulo.

Algo que claramente yo no sabía.

–Sí, estaría bien–le responde finalmente el argentino.

–Grandioso, vamos todos al museo para que conozcan un poco la historia–nos dice emocionado el guía, pero al oír la palabra "museo" los futbolistas ponen una cara de pocos amigos.

–¿Por qué no mejor vamos de frente al campo?–le pregunta Matthijs a Andreas.

El italiano empieza a dudar sobre la propuesta del rubio, pero al final termina aceptando su propuesta.

–Está bien, después las llevo al museo señoritas–nos dice a nosotras para luego empezar a caminar con rumbo al campo de la Juventus.

Busco con la mirada a mi mejor amiga, pero ella se había adelantado y estaba caminando al costado de Andreas, como si estuviera evitando a toda costa poder cruzar una palabra con alguno de los futbolistas.

Mientras que yo me había quedado atrás y no me había percatado que el rubio estaba a mi costado.

–No sabía que la famosa Victoria era mejor amiga de Alice Hill–habla repentinamente el jugador de la Juventus.

–Disculpa, ¿me hablas?–le pregunto y después de me doy cuenta lo estúpida que soné ya que este se empieza a reír.

–No veo nadie más cerca, así que supongo que sí–me responde con una sonrisa en el rostro.

A diferencia de Lando, el rubio era bastante más alto que él. Eran literalmente lo opuesto, lo único que tenían en común era que tenían los ojos medio azules con verdes.

–Lo siento, estaba pensando en otra cosa y no me di cuenta–me disculpo y trato de concentrarme.

–No pasa nada, a mi también me suele pasar–me responde y despega su mirada de mi.

–¿Suele pasar qué cosa?–le pregunto bastante confundida.

Distraerme cuando hay una persona linda cerca–me dice con una sonrisa y termina dejándome sola para ir al costado de Paulo.

HILL | LANDO NORRISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora