Todos conocen la historia de amor de la cantante que fue a formar parte de la familia de Fórmula Uno y terminó enamorada de uno de los pilotos promesas de Gran Bretaña. Pero una serie de malas decisiones tomadas por ambas partes hacen que su amor se...
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ALICE HILL
Era hora de tomar decisiones. Dar el siguiente paso. No había respondido la pregunta de Lando en ese mismo instante y, afortunadamente, el inglés había entendido que necesitaba tiempo para pensar si era lo mejor para los dos.
"No tienes que responderme ahora, tómate el tiempo que necesites para decidir lo mejor para ti" esas fueron sus palabras con exactitud.
Cuatro dias habían pasado desde entonces y desde aquella vez no habíamos hablado sobre el tema. Los días los había pasado en cama descansando con Lando cada vez que volvía de entrenar o en el sofá viendo películas con algunas visitas inesperadas de Vic y Carlos.
El dolor claramente había bajado, pero el malestar en las articulaciones claramente seguía presente. Habían días buenos como días donde lo único que hacía era llorar y lamentarme por todo.
El inglés me había dicho que estos efectos eran por la medicación que estaba tomando, por la enfermedad que tenía y solo me quedaba ser fuerte.
Por mi, por él, por todos.
–¡Alice, baja por favor!–escuche como alguien me llamaba desde el primer piso.
Y ese alguien era Lando.
Con un poco de esfuerzo, logré pararme de mi cama y busqué mi bata color gris oscuro para empezar a caminar hacia la planta principal. Me tomé mi tiempo y una vez que llegué a las escaleras, pude divisar a mi perfecto novio inglés con una sonrisa en su cara.
Cuando me vio, subió a toda prisa las escaleras de dos en dos para así poder ayudarme a bajar estas.
–Te tengo una sorpresa–me habló al oído y mi mirada se dirigió a él con un brillo particular.
–¿Qué has hecho? Sabes que no necesitas hacerme alguna sorpresa–le dije bastante emocionada por esto.
–Puedes decirme eso todas las veces que quieras y aún así te sorprendería todos los siguientes días–me responde y con esto solo consigue enamorarme un poco más de lo que ya estaba.
Una vez que llegamos a bajo, Lando señaló con su dedo la entrada de mi casa y me encontré con la presencia de Pierre Gasly.
Mis ojos empezaron a brillar de la emoción y simplemente volteé a ver a Lando con una sonrisa de oreja a oreja para luego acercarme lentamente hacia uno de los que consideraba mis mejores amigos.
–Al, siento no haber venido antes–se acercó a mi para abrazarme y elevarme del piso.
–Te he extrañado mucho–le dije bastante emocionada por su presencia.
–Y yo a ti pequeña–me respondió y luego de esto me separé de él para dirigir mi vista hacia Lando.
Pensé que el inglés no se llevaba con Pierre debido a todas las cosas que habían pasado y con lo que acaba de pasar probablemente sus ganas de querer matarlo estarían a tope. Pero fue todo lo contrario, mi novio tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras su cuerpo reposaba en la pared.
