Todos conocen la historia de amor de la cantante que fue a formar parte de la familia de Fórmula Uno y terminó enamorada de uno de los pilotos promesas de Gran Bretaña. Pero una serie de malas decisiones tomadas por ambas partes hacen que su amor se...
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LANDO NORRIS
Todo pasó en cuestión de segundos. De un momento a otro pasamos de estar juntos por iniciar una vida juntos a una cama de hospital.
Una maldita cama de hospital.
Ver a Alice derrumbarse y perder la conciencia en la sala de nuestra futura casa fue lo peor que me ha pasado en mi vida y ni que decir del camino al hospital. No tenía ni la más mínima idea de lo que estaba ocurriendo o las cosas que hacían alrededor de ella, sólo podía sentir miedo.
Un miedo profundo que reflejaba mi temor a perderla.
–La haremos saber si lo primero que diga el doctor–la enfermera me comunica y me quedo solo en la sala de espera.
Completamente solo.
–Mierda..–digo en voz baja para luego sentarme a llorar.
No podía con todo esto, de verdad no podía. Sentía que una parte de mi se iba y me dejaba completamente solo. Afortunadamente, tuve la fuerza para mandarle un mensaje a Victoria y Carlos para que viniesen lo más pronto posible al hospital, pero ambos tenían que tomar un avión y por lo menos tardarían unas horas en venir.
Todo se estaba derrumbando poco a poco.
(...)
–¡Lando!–escucho como la voz de una mujer me llama y levanto la mirada para ver a mis amigos entrar corriendo a la sala de espera.
Vic viene directo hacia mi y extiendo mis brazos para abrazarla mientras ambos soltamos unas lagrimas en silencio. Sé que ella es la única persona que puede estar sintiendo lo mismo que yo: temor a perderla.
Levanto la mirada y me encuentro con un Carlos bastante preocupado, con una mirada que nunca antes me había dado. El español se aproxima lentamente hacia nosotros y nos abraza a los dos. Ahora él es la persona que debe ser el ancla para nosotros, el que nos de seguridad.
–¿Que fue lo qué pasó? La vi antes de volar y todo estaba tan bien–me pregunta Victoria una vez que se separa de mi con un hilo de voz mientras las corren por sus mejillas.
–No lo sé..–le respondo atónito por la situación–Todo estaba bien y de la nada..–me cuesta seguir explicando la situación y me llevo las manos a los ojos para evitar que me vean derrumbarme.
Siento como los brazos de Carlos me rodean por los hombros y me atraen a él para tranquilizarme, pero nada podía con mi ansiedad y temor en estos momentos.
–Toda va a salir bien tío, Al es una chica bastante fuerte y verás que todo saldrá bien–da ánimos el español.
–He llamado a mis papás y su vuelo aterrizará en unas horas, no tardarán en venir a verla–informó Vic mientras se sentaba en las pequeñas butacas que tenía la sala de espera del hospital.
