16

5.1K 306 149
                                    

ALICE HILL

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ALICE HILL

Toda niña de cinco años cuando ve al muchacho que le gusta siente que su mundo se paraliza y es casi imposible poder disimularlo. Esa era la sensación que sentí al verlo después de algunos días.

El hecho que él esté acá, sabiendo todo la polémica que ambos estábamos pasando por la reciente entrevista de su ex-pareja, me genera tantos nervios.

No dudo ni cinco segundos y lo tomo de la mano para obligarlo a entrar a mi cuarto.

No quería que nadie nos viera.

–¿Qué haces acá Lan? Alguien te pudo haber visto–le digo para volver a dejar la pequeña cartera que había escogido para ir al partido de la Juventus.

–No quería dejarte sola después de todo lo que está pasando–me dice y trata de acercarse a mi.

Pero yo lo detengo y aumento la distancia entre los dos generando bastante confusión en el inglés.

–Deberías irte Lan, no quiero que tengas problemas con nadie o poder afectar a algún familiar tuyo–le digo.

–Alice, sé que te dije que quería mantener en privado lo de nosotros, pero ya salió a la luz y..–el inglés trata de calmarme, pero lo interrumpo antes de que siga hablando.

Ya tenía una decisión tomada.

–Negaremos todo y simplemente seguiremos como estuvimos el último año, cada uno por su lado–suelto rápidamente y la cara de Lando lo dice todo.

No quería tomar esta decisión y estoy segura de que el menos, pero sabía que era la más adecuada para todos. Habíamos logrado estar un año completamente separados y viviendo nuestro día a día sin ningún problema, ninguno iba a pasarla tanto tiempo mal.

A veces es caprichoso el destino.

–¿Es lo que tú quieres o lo que te dicen todos?–me pregunta de brazos cruzados y su mirada está en mi pequeña cartera.

–Sabes que lo que más quiero es que estemos juntos–le digo para esta vez acortar la distancia entre los dos.

De una manera delicada, mi mano se dirige a su mentón y hago que el inglés me mire fijamente a los ojos. Esos ojos de color verde con ciertos toques de azul que habían causado a más de una volverla loca.

Sabía que lo iba a superar, sabía que iba a estar bien.

–Entonces qué importa lo que digan los demás, Al–me dice para juntar nuestras frentes y quedar a escasos centímetros.

HILL | LANDO NORRISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora