Todos conocen la historia de amor de la cantante que fue a formar parte de la familia de Fórmula Uno y terminó enamorada de uno de los pilotos promesas de Gran Bretaña. Pero una serie de malas decisiones tomadas por ambas partes hacen que su amor se...
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LANDO NORRIS
Dos semanas. Las peores dos semanas que había vivido en toda mi vida. Prácticamente mi vida se había traslado de viajar por todo el mundo con todas las comodidades que podíamos tener a dormir en un sofá-cama donde a las justas entraba en posición fetal.
Claramente, había dejado el mundial de lado y toda mi concentración estaba en Alice. Me había peleado con Zak por la decisión, pero tanto él como yo sabíamos que no podía partirme en dos para cumplir con el equipo y con mi novia.
Carlos y Charles venían cada vez que terminaban las carreras a acompañarme en estos momentos, mientras que la pobre Victoria siempre venía a reemplazarme por unos minutos mientras iba a la casa para ducharme y coger un poco de ropa.
La casa. Definitivamente no era mi lugar favorito en estos momentos. Todo me recordaba a Alice, cada uno de los momentos donde estaba bien, estábamos bien, y lo único que generaba en mí era que me desmorone para luego empezar a llorar como un niño de cinco años.
El diagnóstico no había sido lo que esperábamos. Pensábamos que algo en el medicamento había afectado el estado de Al, pero fue todo lo contrario. No había servido de mucho para combatir la enfermedad y eso había conllevado a que afecte un órgano vital: el riñón.
Uno de sus riñones había estado fallando en las últimas semanas y todos los estudios que le habían hecho a Al indicaban que ya no estaba funcionando como debería hacerlo.
¿La solución? Un transplante de urgencia para Alice. ¿El problema? La lista de espera.
Normalmente personas como yo solemos tener todo a nuestros pies y alcance. No sabemos lo que es un no por respuesta o creemos que con un poco de dinero las personas nos darán todo lo que queramos. Este caso nos ponía de igual a igual con todas las personas, ricas o pobres, que existían en el mundo.
Era una cachetada a la realidad que había estado viviendo en él últimos años.
La red de transplante había sido muy clara con que Alice no era la primera candidata a un riñón debitado a que, si bien su condición es delicada, habían peores casos que necesitaban su prioridad.
"–Puedo intentarlo, Carlos–le digo a mi mejor amigo mientras observo a Alice realizándose la hemodiálisis desde el pasillo.
–¿Estas seguro, Lando? Es una decisión bastante impulsiva y trae muchas consecuencias en tu vida, Zak podría pedir un nuevo piloto para la otra temporada–me responde mirándome fijamente.
–Mírala Carlos–le obligó a observar al amor de mi vida–Nos dijeron que es muy probable que tengamos que esperar meses por el riñón y no tenemos meses para esperar. No puedo dejarla ir, simplemente no puedo–empiezo a confesarle mi temor que en los últimos días ha empezado a florecer.
