Todos conocen la historia de amor de la cantante que fue a formar parte de la familia de Fórmula Uno y terminó enamorada de uno de los pilotos promesas de Gran Bretaña. Pero una serie de malas decisiones tomadas por ambas partes hacen que su amor se...
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ALICE HILL
Ese sentimiento de volver a ser centro de atención me daba un poco de pánico, pero no tanto como ver al amor de mi vida correr un carro de trescientos kilómetros por hora. El primer día de las prácticas libres había sido tranquilo, algunos de los pilotos que eran mis amigos se acercaron a saludarme.
Me encontré con Victoria que había ido junto a Carlos para apoyarlo como siempre lo hacía. Cuando Lando y Carlos tenían que hacer entrevistas, ella y yo nos quedábamos juntas en la cafetería del Paddock para así podernos al tanto de las cosas.
Pierre no sabía que había ido y cuando decidí asomarme al box de Alpha Tauri, me encontré con un Pierre bastante contento por mi presencia. El francés me presento a su nuevo amigo y compañero de equipo, Yuki Tsunosa.
No voy a mentir, el pequeño japonés se había ganado mi cariño lo más rápido posible ya que tenía un trato muy cordial y amistoso con las personas.
–Es una pena que te hayas ido y no puedas seguir este año con nosotros Al, te aseguro que nos hubiéramos llevado más que bien–me habla el japonés con su típico acento que da ternura.
–Lo que trata de decir Yuki es que él iba a ser igual o peor que Alex–se une a la conversación el francés generando que Victoria se empiece a reír.
–¿Alex? ¿Alex Albon?–pregunta Yuki confundido.
–Es que Alex tenía una seria obsesión con Alice al punto que hasta Lando se preocupó por él–le respondió Vic.
–Es más, una vez presionó de casualidad el botón de radio y se escuchó como cantaba la canción que había sacado Alice hace poco, ¿te acuerdas?–me preguntó Pierre.
–Si claro, como olvidar la versión Albon de Into You–le respondí con una sonrisa.
La plática con los pilotos fue muy interesante, ambos habían desarrollado una química parecida a la de Carlos y Lan, sólo que no muy pocos se habían dado cuenta de ella.
Me hubiera encantado quedarme más tiempo con ellos, pero el labor hizo que la conversación se terminara y cada uno siguiera con sus caminos. Victoria debía ir al box de Ferrari a ver la Quali de Carlos, mientas que yo debía ir al de McLaren.
Una vez que salí del box de Alpha Tauri, distinguí el box de Max Verstappen al costado. Había mucha bulla, los mecánicos estaban de arriba a abajo dejando todo listo para que su favorito fuera por esa Pole. Pero lo que más me llamó la atención fue ver a Max Verstappen acompañado de una persona que hace poco había conocido: Matthijs De Ligt.
Los neerlandeses estaban acompañados por otro chico de cabello rubio y tez pálida. Los tres disfrutaban mucho de la conversación hasta que uno de ellos se percató de mi mirada: Max Verstappen.
