Capítulo 32| Plan Maestro

502 44 2
                                    

T/N pov.

Después de correr en dirección a Kenma, lo llamé porque no lo encontraba.

- ¿Que pasa? - dijo el, frío como siempre.

- ¡Nos vemos donde aparcaste la moto ya!- no le deje decir una sola palabra más y colgué.

Seguro que ahora me está maldiciendo... Siento sus malas vibras desde aquí...

Llegue al punto de encuentro, agotada de tanto correr, donde habíamos quedado, o más bien le había dicho...

- ¿Que paso ya? ¿Te dio calabazas? - preguntó Kenma.

- ¡Claro que no!- dije algo molesta - voy a enfrentar a padre y madre para poder ser "libre" dentro de lo que pueda.

- ¿Acaso te has golpeado la cabeza? ¿Estas loca? Dime ¿Cuantos dedos ves aquí?- dijo Kenma haciendo un cuatro con su mano.

- ¿No podría ser otro número? El 4 en japonés suena igual que la palabra muerte, por algo lo llaman el numero de la mala suerte... En fin, digas lo que digas yo voy a ir contigo o sin ti, me da igual. Si no quieres venir quédate aquí pero te robo la moto.

- Esta bien, está bien. Ya que la niña está tan decidida y no va a cambiar de opinión...- se subió encima la moto, arrancó el motor, se puso su casco y me tiro el mío. - Venga Sube, te llevo.

Subí a la moto con una sonrisa dibujada de oreja a oreja directos a enfrentar al demonio. Esto puede acabar de dos formas:
1. O sale bien
2. O será una completa catástrofe

************************************************************************

Llegamos a Tokio por el mediodía,  antes de presentarnos a casa de esos dos hijos de pu*a a los cuales "les debemos todo porque nos dieron a luz" pasamos por nuestra casa a cambiarnos ya que parecíamos "dos vagabundos que no tenían sentido de la moda" como diría madre.

Si el plan de "dialogar" no funciona (seguramente que nos acabaremos pegando a palos) siempre podemos optar por ir a comisaría a denunciarles por maltrato infantil. Así almenos nos los sacamos de encima unos cuantos años, los suficientes para que cuando regresen no puedan hacer nada debido a nuestro estatus social de ese entonces.

Un plan perfecto, que de todas formas vamos a salir ganando. Si la suerte está de nuestro lado.

Parecíamos dos villanos planeando el fin del mundo donde solo nosotros dos seríamos los supervivientes...

- jajajajajajajajajajajajajajajajaj- se empezó a reír Kenma de forma siniestra.

Yo no me quedé atrás así que también lo intenté.

-jajajajajajjajajajajajajajj cof cof cof- me atragante con mi propia saliva, un momento tan épico y siniestro se arruinó porque a una pendeja se le atravesó la saliva.

Patético...

La Jugadora Del Nekoma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora