Voy directo hacia el salón de clases, quisiera poder tener el poder de teletransportarme y así no tener que ver a Kendall besuqueándose con su novio, muy aparte, evitar que me fastidie junto a su terrorífico novio.
Kendall es mi peor enemiga.
Pero como Dios no me dio el poder de la tele transportación no puedo evitar eso, allí estaban Kendall y su novio besuqueándose, a lo que hago una cara de asco por el acto.
Oh no.
- Pero mira, nuestra querida Mad- Kendall dejo de besar a su novio para decir aquellas palabras, significaba "Mad sal corriendo" pero a la señorita Mad las piernas le flaqueaban.
La ignoré y emprendí camino, un tirón de cabello me hizo caer atrayendo la atención de todos.
¡Yo quería ser invisible y ahora soy Mister visible!
Giré la cara para darme cuenta de que era el novio de Mad quién había tirado de mi cabello.
- Buenos días, querida Mad- Con su mano agarro mi mandíbula obligándome a mirarlo, le escupí, grabe error.
- Se nota que estas de buen humor- Dió una sonrisa llena de maldad.
- Su...¡Suéltame!- Agarre con fuerza su mano que aún apretaba mi mandíbula y la tiré a un lado, pero eso no hizo que soltara mi cabello, en vez de eso, lo agarro con mas fuerza haciendo que mi cabeza se eche para atrás.
- Deberías respetarme ¿Lo sabes no?- Me miro furioso.
- Maldito- Un sonido producido por su mano al hacer contacto con mi cachete invadió el sitio en donde ya se encontraban muchos alumnos haciendo círculo al acto.
- Kendall, has lo tuyo- Me soltó el cabello dándole el paso a su maravillosa novia (Nótese el sarcasmo).
- Hace mucho que no me divertía, Mad- Me escupió en la cara seguido de un puñetazo en el estomago.
- No sabes con quien te estas metiendo- Le dije con falta de aire y escupiendo a un lado.
- Claro que lo sé, no eres más que una chica rara- Otro puñetazo, pero esta vez en la cara.
- Te aclararé esas ideas, idiota- Esta vez la zafé de su agarre y la tire al piso dándole patadas y puñetazos, ahí tendida se encontraba Kendall, su cabello rubio un poco manchado con sangre de su propio cuerpo.
Kendall se paró se me agarró del cabello, por dios ¡¿Que quería?, ¿Que también la agarre del cabello como las típicas pelas entre mujeres?!
Sin más, le di 3 puñetazos en la cara, de su nariz corría la sangre y de su boca aun más debido a su labio roto.
Pero no todo en esta vida es justo, su novio se me acerco y empezó a tirarme mas puñetazos, dejándome casi mareada como para responderle los golpes, la sangre brotaba de las cortaduras que cada puñetazo daba.
Dolía, mi cuerpo dolía, Marco, quién era el novio de Kendall, me zarandeó de un lado a otro agarrando mi cabello, yo solo era una chica con una estatura que no ayudaba, mientras tanto él era el típico popular musculoso de la universidad.
Cuándo pensé que todo se calmaría Marco sacó de su bolsillo unas tijeras, solo faltaba de me haga cortaduras en el cuerpo con eso.
- Te hace falta un nuevo estilo ¿No crees querida Mad?-
- ¡Ni lo pienses Marco! ¡Suéltame!- Forcejeé tanto, traté de soltarme de su agarre, pero nada lo detuvo a hacer lo siguiente.
- Esto te pasa por meterte con mi novia maldita zorra-
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Déjame imaginar tenerte
Teen FictionA veces la mente humana es capaz de crear otro mundo, en el cual todos son felices, y todo es perfecto.