Capítulo 14

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Mis días comenzaban a ser de los mejores, en la universidad, no me había topado muchas veces con Kendall y Marco, el trabajo iba bien, aunque no sabría si llamar a Mike amigo, pero tal vez lo consideraba uno, con mamá las cosas habían mejorado. 

Todo perfecto, hasta que llegué a casa y me encontré con la persona que nunca quise tener cerca. 

Kendall se encontraba en la puerta de mi casa, maldita, sabía que estaría sola. 

Traté de calmar mi nerviosismo y me acerque. 

- ¿Qué quieres?- Dije sin rodeos. 

- Primero que nada, buenas noches Madeline- Sus labios hinchados mostraron una sonrisa de odio. 

- ¿Qué es lo que quieres Kendall?- Respondí histérica. 

- Has hecho un buen trabajo en no decirle nada a Mike- Se acerco y agarro uno de mis cachetes y fingió ser cual madre le daba cariño a su hijo. 

Le quité la mano de allí de un tirón. 

- El hecho de que no lo haya hecho ahora no significa que no lo vaya a hacer- Mi mirada era neutra. 

- No te gustaría provocarme- Sus labios formaron la sonrisa torcida que tanto la caracterizaba. 

- ¿Por qué sigues con Mike? - Esta era una pregunta seria, tenia curiosidad. 

- Pena- Escupió como si nada. 

- ¿Pena? ¡Já!- Eché la cabeza para atrás fingiendo reír. 

- Solo estuve con el porque en realidad me parecía alguien con quien divertirme- 

- Cuida tus palabras- Me sentía furiosa por aquello, Mike no era un juguete, digo, no merece eso. 

- No he terminado con el porque es un chico sentimental, absurdo, se pondría a rogarme- 

Tal vez tenía razón, pero en realidad ¿Solo por eso? 

- Así que solo estas con él, porque si le terminas, no quieres que te ande rogando. 

- No, porque ayudo a sus padres en un trabajo, como veras, Mike, al igual que sus padres, creen que soy la mejor- Chasqueo -Si le termino a su hijo creerán que soy lo peor, y prácticamente gracias a ellos gano dinero- 

Había encontrado la mejor razón para decirle a Mike la verdad, y tal vez terminaría con el corazón triste, pero, eso se recupera, tenía que decírselo. 

-Y bien, ¿Por qué estas aquí?- Cambie de tema para que no se de cuenta de que había sido muy tonta al decirme todo aquello. 

- En realidad, yo solo vine a disfrutar de algo- 

En ese momento Marco salió de no sé dónde, me dio una sonrisa torcida y propinó un primer golpe, luego otro, y los que prosiguieron. 

Dejandome tirada y lastimada, antes de irse menciono: 

- Extrañaba tu rostro de miedo hacia mí- 

Kendall le siguió y trate de levantarme en cuanto sus figuras ya no eran visibles.

El condominio en el cual vivía, no muchos salían a estas horas, por ello supongo nadie se percato de lo ocurrido. 

Trate de levantarme y solté un jadeo, el costado me dolia por todos los golpes que me había dado Marco, ¡Y no me dio opción de siquiera decir algo!. 

Entré, dejé mis cosas y subí a mi cuarto, solo quería que algún día ya no les viera la cara. 

[...]

Déjame imaginar tenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora