Capítulo 26

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Voten y comenten:) 


- Le daremos de alta en algunas semanas, o días tal vez- Dijo Joshua mirando ciertos papeles que tenía en su escritorio. 

Habían pasado algunos meses, y todo dió un muy buen resultado, Mike ya casi no necesitaba de la silla de ruedas, pues ahora ya podía mantenerse parado y caminar con normalidad. 

- ¿Esta seguro de que salga todo bien?- Le dije a Joshua expresando mi preocupación. 

- Conocemos a Mike, todo va a salir bien- Me sonrió amablemente. 

Salí de la oficina de Joshua y me dirigí a la habitación de Mike, realmente estaba muy emocionada, pero por ahora no debía de decirle a Mike las probabilidades de que ya iba a poder salir. 

Joshua me dijo que debía de saberlo al momento exacto, así que esperaría algunos días para ver a Mike emocionarse y mostrarle a todos una sonrisa. 

Solo había algo que aún me preocupaba, Pamela era alguien que quería al parlanchín como su hermano, y no sabía si el hecho de que Mike se marchara de aquí, le afectaría de algún modo. 

Quería darle a entender a Pame que Mike no la dejaría sola, sino que se iría pero podría visitarla, pero cada vez que tocábamos el tema, ella solía descontrolarse, así que mi mamá recomendó no volver a tocarlo, y que cuando el parlanchín ya se marchara, ella haría todo lo posible para poder mantenerla tranquila. 

Me adentré a la habitación encontrándome a Mike parado mientras miraba la ventana. 

- ¿Quieres ir al jardín?- Le dije a lo que él dió un pequeño salto, supuse que no me había escuchado entrar. 

- Prefiero quedarme en esta habitación ahora que estas aquí- Se volteó mirándome divertido. 

Me puse a su lado, mala opción, me estaba humillando a mi misma, ¡Le llegaba apenas a los hombros!. 

- Eres totalmente una enana- Se burló. 

- ¡Oye! Tal vez a ti te estiraron y por eso eres muy alto- Sonreí dándole una palmada en el hombro. 

- Pero eso no quita el hecho de que sigo siendo más alto que tú- Agachó la cabeza exageradamente para poder mirarme. 

Lo miré divertida y me atreví a robarle un beso, me alejé de él sigilosamente a lo que él se me acercó rápido abrazándome y haciendo cosquillas. 

- Basta basta basta- Dije sin poder aguantar la risa. 

- Del Mike alias el parlanchín no te salvas- Volvió a hacer cosquillas mientras el también se reía. 

Caí junto a Mike en la cama aún riendo, ambos detuvimos nuestras miradas. 

- Eres completamente hermosa- Dijo sin titubeos. 

- O es porque tu lo ves así- Dije. 

- No solo yo pequeña- Puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras se acercaba a darme un beso. 

Aquello se intensificó, nuestros labios encajaban perfectamente como piezas de un rompecabezas, pasé mis brazos por su cuello haciendo que el beso se haga más profundo, debía de parar antes de que todo se salga de control. 

Me separé de sus labios y le sonreí, él me respondió también con una sonrisa. 

- Tenemos que salir de aquí- Dije reincorporándome. 

- ¿A donde vamos?- Dijo ya parándose, aún me estaba acostumbrando al hecho de que casi ya no necesitaba una silla de ruedas. 

- Hace mucho no vamos al pozo de los deseos ¿Te parece si vamos allí?- Recordé la primera vez que me llevo a ese lugar, cuando aún el parlanchín no me interesaba en lo absoluto. 

Déjame imaginar tenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora