Mike dime que me vaya por favor.
Solo eso pensaba en mi cabeza, había una cosa que no entendía, Kendall tenía la mirada nerviosa, y Mike estaba confundido por la palabra que mencionó Kendall.
- ¿Se conocen?- El parlanchín tenia el entrecejo fruncido.
- No- Mencioné sintiendo miedo.
- No- A Kendall le tembló un poco la voz, pero lo supo calmar.
No entendía porque estaba así, yo solo quería irme.
- Mmmm- Mike me miró raro.
Kendall se acerco hacia el y lo abrazo con fuerza, seguido a ello Mike le dio un beso corto en los labios, juro que en todo momento mi cara fue de ¡¿Si notan que estoy aquí?!
¿Saben que se siente tener que ver a alguien besarse en frente tuyo y diciéndose cosas lindas? Pésimo.
Hey hey hey hey, alto a todo esto.
Kendall estaba en frente mío, junto a Mike, fingiendo ser la pareja perfecta, pero, ¿Y Marco? Se supone que el es su novio, y yo que sepa, no terminaron.
Bien, no me importa, debo de irme y correr de aquella chica que se había encargado de hacer que mis días en la universidad sean de los peores.
Me dí la vuelta y empecé a caminar, debía de irme.
- Mad- El parlanchín me empezó a llamar, no quería voltear, pero seguiría rogando.
Me dí la vuelta, Kendall en esos momentos parecía todo lo contrario a lo que era en la universidad, cara de ángel, comportamiento de niña buena, amable, ¡Agh!
- Hola- Dijo angelicalmente Kendall tendiéndome su mano.
Buena actuación Kendall.
Temblorosa de mi acto, le tendí la mano.
- Mike, yo...creo que me voy, deben de pasar un tiempo solas supongo, ya sabes para decirse cosas bonitas y no sé, después de todo son pareja- Aplausos por favor, ese fue el mejor argumento que armé en toda mi vida.
- Sí, opino lo mismo Mike- Kendall me dio una mirada demandante.
Mi mente proceso todo, mis neuronas comenzaron a trabajar, vi muchas oportunidades de ser yo la que esta vez destruiría a Kendall, bien podía decirle a Mike la verdad acerca de que el no es su novio, podría golpearla, insultarla, o simplemente irme.
Lo admito, tenia miedo, no sabia como reaccionaria si hacía algo, ya suficiente había tenido con ella en la universidad y ahora por milagros de Dios se me aparece fingiendo ser amable y angelical.
Sentía la cólera dentro de mi, porque durante mucho tiempo me había atormentado, tenia la oportunidad, pero por otro lado, sentía cólera por el hecho de que le haga creer al parlanchín que ella lo ama. Bueno, no me importa.
Decidí irme sin dejar hablar a Mike.
[...]
Pasó un largo tiempo, me había quedado en la cafetería, resultara ser mi lugar favorito después de todo.
Decidí pararme e ir a caminar por el lugar, me dolía el trasero de tanto estar sentada.
Iba contando cuantas pisadas daba, si, que quede claro que estaba aburrida porque ni loca contaría cada paso mío, pero el aburrimiento a veces conlleva a hacer lo que menos imaginas.
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Déjame imaginar tenerte
Teen FictionA veces la mente humana es capaz de crear otro mundo, en el cual todos son felices, y todo es perfecto.