Nakamoto Yuta es un policía con una misión importante, debe infiltrarse como alumno en aquella escuela para buscar pistas sobre el asesinato de una mujer, un caso que se cerró de manera misteriosa en el pasado.
No obstante, Yuta se ve involucrado en...
El narcisismo es un patrón de personalidad caracterizado por una gran falta de empatía, aires de grandeza y una búsqueda crónica de admiración y constante validación.
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La fémina ingresó a la enorme oficina, elegante, cálida y con unos muebles viejos, pero absurdamente caros. Un montón de certificados en las paredes que resaltaba el poder de la pareja que discutía con el escritorio en medio, casi queriendo agarrarse a golpes.
Ella carraspeó cuando cerró la puerta de golpe, atrayendo la atención de los otros dos adultos "felizmente casados".
Se quitó las gafas de sol y el cubre bocas, dejándolos reposar sobre un mueble decorativo al lado de las puertas y avanzó, sus tacones resonaban en el suelo.
SiWon estaba en un sofá, observando con desprecio a todos. Un mal humor notable.
—A la hora que llegas—bufó molesta la otra mujer, acomodándose los lentes—. No somos tus sirvientes. No tenemos tiempo para tus juegos.
—No, no lo son. Y si lo fueran seguirían siendo terribles. No los despido porque ya desperdicié mucho en ustedes—habló con autoridad y repugnancia, tomando asiento en otro sofá individual, a unos pasos de donde estaba el policía sentado—. Son los únicos que están haciendo más o menos bien lo que les pido.
Él la observó de soslayo y volteó hacia la pareja de abogados. Los mejores del país. Su apellido era bastante famoso por sus increíbles habilidades.
—¿"Más o menos bien"? —cuestionó el hombre con indignación, acomodándose mejor sus lentes
—Quiero informes, ya. ¿Nakamoto Yuta?, ¿Ji HanSol, Na JaeMin, Lee JeNo? —alzó las cejas esperando una buena respuesta e ignorando la indignación de aquella pareja—. Algo, no vine aquí para calificar su trabajo de mierda.
—Yo tengo algo qué decir—SiWon tomó la palabra, enderezándose—. La esposa de Kim MinSeok llega todos los días a la estación junto a sus hijos para preguntar por él.
—¿Y qué le han dicho? —la preciosa mujer arrugó el entrecejo. No se sorprendió en absoluto por la respuesta decepcionante que el oficial le dio.
—Simplemente que no lo hemos visto. Ha pasado más de un mes.
—Sí, un maldito mes y no puedes encontrar a alguien gravemente herido. Tenías que matarlo, no jugar con una pistola como si fuera un juguete—reprendió demasiado molesta—. Ese idiota está suelto, si llega a decir algo a...
—Da igual lo que les diga, Yuta parece saber la verdad—le restó importancia con bastante desprecio en el tono empleado, nada orgulloso de ello—. Yuta ya lo debe saber. Lo de la familia de SooMan, mi hijo, la muerte de JungSoo...
—Quiero saber con quién trabaja Ji HanSol. ¿Noticias de YukHei? El mocoso me dejó colgando hace más de un año. —ella interrumpió a SiWon, no quería oír las mismas palabras de los últimos días.
