Nakamoto Yuta es un policía con una misión importante, debe infiltrarse como alumno en aquella escuela para buscar pistas sobre el asesinato de una mujer, un caso que se cerró de manera misteriosa en el pasado.
No obstante, Yuta se ve involucrado en...
—No lo dejen despertar... el ciclo comenzará de nuevo...
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—Hey—saludó YoonOh al encontrar la figura hecha bolita de TaeYong en uno de los oscuros pasillos.
El de cabello rosa alzó la vista hacia el contrario y esbozó una tímida sonrisa cuando fue descubierto a esas horas de la noche paseándose sin razón alguna.
—Hola, Yoon—se levantó acomodándose su adorable pijama, le quedaba bastante grande— ¿qué haces aquí?
El otro se encogió de hombros con una mueca, no parecía estar muy alegre, a pesar de eso trataba de no demostrarlo con tal de no provocarle una mala imagen al más bajo.
—Estaba buscando a Ten, me hace falta y creí que esta noche regresaría... últimamente paso más aquí caminando que durmiendo en mi dormitorio... han sido ya tres veces y te he encontrado en cada una ¿por qué estás aquí?
Podía jurar que las mejillas de TaeYong se habían tornado de un color rojo fuerte producto de la timidez. Aunque no haya transcurrido ni una sola semana de clases, se dio cuenta de lo buena persona que era el presidente Lee.
—Tengo insomnio, me gusta caminar por los pasillos de vez en cuando—respondió en voz baja—. Me da tranquilidad la oscuridad... excepto cuando choco con algo y me caigo—abultó los labios—. Pero hoy estaba buscando a John.
YoonOh soltó una suave risa y lo observó, sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad así que podía distinguir pocos detalles del rostro contrario.
—¿Quieres que demos unas vueltas más? —invitó—. Hasta que te de sueño y puedas dormir. Quizá YoungHo esté en el dormitorio para cuando regreses.
TaeYong guardó silencio por un corto momento hasta que asintió con energía, casi brincando con emoción en su mismo lugar.
Se preguntaba cómo ese chico era presidente del comité estudiantil si nadie se le acercaba por el hecho de que era muy unido a John por alguna razón, primero porque era la comunidad estudiantil debía votar por el candidato que preferían tener como su representante de salón.
¿Lo habrían elegido porque era probable que John los golpeara en caso de que Lee perdiera? Tenía tantas preguntas en ese momento. Y ya no quería pensar en nada, estaba avergonzado de todo lo ocurrido.
—Este lugar es enorme, parece antiguo y a la vez no—dijo de la nada, observando los cuadros que colgaban de la pared. Eran varios que estaban colocados a una distancia específica. Retratos de los que parecían ser los antiguos directores de ese internado.
El último que vio, era el de SooMan. Incluso había una placa dorada en la parte inferior del elegante marco con la fecha de su inicio como director de esa prestigiosa escuela.
Estaba serio, sus ojos pequeños transmitían algo que le incomodaba y su rostro era un poco familiar, como si tuviera algunos rasgos parecidos a los de otra persona. Y él conocía a esa persona.
