WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

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TRAVESURAS
TW: contenido sexual
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— ¡Ron es un idiota! — gritó Hermione  golpeando la puerta de nuestra habitación detrás de ella. Dejé el libro que estaba leyendo mientras la miraba sorprendida.

Era temprano y debido al pequeño incidente de ayer con Weasley, me había pasado todo el día y la noche dentro del dormitorio leyendo de nuevo la novela muggle favorita de Liv.

— ¿Qué ha hecho esta vez?

Ella se sentó frustrada en mi cama.

— Pues que el idiota parece olvidar constantemente que soy una chica — suspiró, frunciendo el ceño. — No quiero ni verlo.

— Bueno, puedes pasar el día conmigo si quieres porque yo tampoco pretendo ver a ninguno de los Weasley — respondí acostándome. — Sin embargo, no estoy haciendo nada interesante.

Pasamos la mañana juntas pintándonos las uñas y hablando como si hubiéramos sido amigas desde mucho tiempo, hasta que finalmente, alguien llamó a la puerta. Sirius quería mostrarnos el teléfono muggle que había encontrado en uno de los estudios para que pudiera llamar a Liv.

Miré a Hermione emocionada y ella asintió con la cabeza sonriendo. Inmediatamente, ambas salimos de nuestro dormitorio. Enredé mi brazo con el de Hermione y seguimos a Sirius por todo el pasillo, pasando frente a la sala principal donde estaban todos los chicos, que nos prestaron atención al pasar.

Finalmente llegamos al estudio y lo que vi allí, casi me hizo saltar de pura alegría. Era un teléfono antiguo, probablemente de los 70, pero estaba tan bien tratado que parecía poder funcionar perfectamente.

Hermione y yo nos miramos y prácticamente nos lanzamos sobre teléfono para intentar arreglarlo. Sirius nos dejó solas y empezamos a inspeccionarlo. Después de dos horas, finalmente logramos que funcionara.

— Magos... tienen todo el poder en sus manos pero no saben cómo encender un simple teléfono — Hermione suspiró, sentándose en el suelo con las piernas cruzadas.

— Las ventajas de ser mestiza y nacida de muggles — respondí, marcando el número de Liv.

Después de todo un minuto eterno, Liv respondió.

— ¿Si? — dijo suavemente. Sentí una enorme alegría cubriéndome de arriba a abajo.

— ¡Liv! ¡Oh Merlín, por fin! ¿Cómo estás?

— ¡Lilith! — su voz temblaba un poco como si estuviera llorando pero al mismo tiempo sonriendo. — Te he echado mucho de menos. Recibí la lechuza y estaba terriblemente asustada por si te pasaba algo o peor, por si te arriesgabas a salir...

La perra me conocía tan bien...

— Estoy bien, Liv. Solo me he estado quejando por lo mucho que quería hablar contigo. Han pasado cinco días desde la última vez que hablamos. Te he echado mucho de menos, pero no estoy tan sola como pensaba que estaría — dije mirando a Hermione y sonriéndole. — Me he hecho amiga de Hermione, ¿te importa si lanzo un hechizo para que ella pueda escuchar nuestra conversación?

— ¿Oh, en serio? Eso es genial, ¡Hermione siempre me pareció agradable! ¡Y, por supuesto que no me importa!

Saqué la varita e hice un hechizo rápido para que se pudiera escuchar la voz de Liv por toda la habitación.

— ¡Hola, Olivia! ¡Es un placer saber de ti!— saludó Hermione, acercándose a mí y al teléfono.

— ¡Hola, Hermione! ¡Me alegra saber de ti también! Gracias por cuidar a la perra temeraria de mi mejor amiga, ¿está siendo demasiado pesada? — bromeó Olivia.