WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

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ATRAPADA
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Fui directamente a mi dormitorio para cambiarme de nuevo a mi ropa cómoda y fingir frente a Hermione que acababa de salir de la ducha. Cinco minutos después de que entré al baño compartido, escuché a Hermione levantarse de su cama, así que salí. 

— Buenos días — dije tratando de parecer como si todavía tuviera un poco de sueño. 

— Oye, he tenido un sueño extraño. No sé, era como si alguien caminara por toda la habitación, ¿sentiste algo?— preguntó, agarrando su ropa para meterse en la ducha. 

— No, ni idea.

Ella encogió los hombros y se metió en el baño, sin darle más importancia. Tomé mi varita y un cuaderno para la clase del día con el profesor Lupin. Las páginas estaban llenas de bocetos y pequeñas notas, ya que rara vez practicamos la teoría. Salí de mi habitación y caminé hacia la cocina donde la Sra. Weasley estaba preparando el desayuno mientras George y Sirius estaban sentados a la mesa, todavía con un poco de sueño. 

— Señora Weasley, ¿necesita ayuda? —  me ofrecí cuando vi cómo la pobre mujer apenas se las arreglaba sola mientras los otros dos casi dormían sobre la mesa. 

— No, chica, está bien — dijo con un tono frío mientras limpiaba la encimera. 

— Insisto, puedo preparar el café — agarré la cafetera y comencé a prepararlo. Cuando estaba en la mansión Arambella, solía hacer las tareas del hogar con los elfos, aunque no les gustaba demasiado la idea.

Una vez que vio cómo lo estaba haciendo correctamente, apretó los labios y murmuró un "gracias" como si le doliera decirlo. 

Me serví una taza de café negro y algo de comida y me senté en la mesa aprovechando para releer mis notas de las clases anteriores. Cuando ya estaba casi terminando, Remus entró a la habitación con el cabello desordenado y los ojos somnolientos y saludó a todos mientras su mano descansó exactamente tres segundos en el hombro de Sirius, quien se sonrojó levemente.

Tuve que obligarme a ocultar una pequeña sonrisa. 

— Lilith, querida, ¿te gustaría ir al estudio y empezar la clase ahora? Me llevaré mi café allí — Remus dijo de pie a mi lado con una amable sonrisa.  Sus ojos fueron de los míos al cuaderno donde había un pequeño retrato de él junto a las notas que tomé la semana pasada. 

— ¡Eso es realmente hermoso! No sabía que pudieras dibujar.

— Estoy llena de sorpresas — bromeé, levantándome para limpiar la vajilla que había usado y sin decir una palabra más, salí de la habitación junto con Lupin.

La clase fue tan rápida como todas las anteriores. Me encantaba tener a Remus como profesor de nuevo y sentía cómo mi interés en la asignatura aumentaba con cada clase. 

Después de una hora entera, finalmente nos detuvimos y Remus se sentó en su escritorio, dejando sus pies colgando. 

— ¿Cómo te están yendo estos días, Lilith? — comenzó, sacando una barra de chocolate de su bolsillo y ofreciéndome un trozo. Lo tomé y le di las gracias. 

— Estoy bien, aunque todavía extraño mis pequeños paseos por la ciudad.

— Bueno, no hemos recibido ninguna otra noticia y como te estás portando tan bien, quizás puedas salir antes de lo esperado — dijo con su típica sonrisa. Merlín, este pobre hombre tenía sus expectativas demasiado altas en mí...

— Eso sería genial, Remus. Realmente extraño hablar con Liv a pesar de que solo ha sido un día.

Espera, si Remus no sabía nada sobre mi casi-escape, eso significaba que Fred no había mencionó nada... que raro.