WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

8

LAS MALDICIONES IMPERDONABLES
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Todos en la habitación parecían estar muy tensos. Ya no éramos niños, todos sabíamos bastante bien cuales eran las maldiciones imperdonables y cuanto afectaban a la comunidad mágica.

— ¿Alguien sabe cuáles son? Apuesto a que algunos de nuestros estudiantes las conocen bastante bien — Moody se sobresaltó mientras su ojo falso se movía de una manera realmente extraña. Miró específicamente dónde estaban todos los Slytherin, luego tomó un gran trago de su petaca.

— ¿Cuál es la primera?

Tragué saliva, evitando cualquier tipo de contacto visual. Sabía exactamente cuál era.

— La maldición Imperio, señor — respondió una chica de Gryffindor con voz suave.

Moody estuvo de acuerdo y tomó una pequeña jaula con lo que parecía ser una araña dentro. Dejó al animalito en el escritorio de la niña, que estaba más pálida que antes.

— Muy bien. Maldícela.

— ¡¿Q-qué?! — la chica mustió con voz temblorosa.

— Maldícela — repitió como si le pidiera que leyera un párrafo del libro. La pobre niña tragó saliva y levantó su varita. Casi susurrando, pronunció la maldición Imperio y el animal se colocó en una postura muy poco natural como si fuera un marioneta.

— Mueve tu varita.

La chica obedeció y mientras movía su varita, la araña siguió el movimiento. Parecía que estaba atada con cuerdas.

Moody hizo un movimiento lento y el control de la araña fue directo a su varita.

— ¿Alguien puede decirme qué estaba haciendo? — preguntó como si fuera la cosa más común en el mundo.

Todos guardaron silencio. Plums levantó la mano pero él la ignoró. En cambio, fue directamente a Fred.

— ¿Weasley?

Tenía una expresión de pura conmoción mientras sus ojos se mantenían enfocados en el animal bajo el hechizo de Moody.

— Ella estaba controlando el cuerpo de la araña.

— Correcto. Con la maldición Imperio puedes hacer que cualquiera haga lo que tú quieras. Si obligo a este animal a ahogarse en un cubo de agua, lo haría sin pensarlo dos veces. Puedes controlar su cuerpo pero la mente jamás podrá ser controlarla. Eso es lo que hace que esta maldición sea una de las más traumáticas y controvertidas y por eso se ganó su lugar como una de las Imperdonables.

Miré por la ventana. Esta era la maldición favorita de mi madre. Joder, apuesto al propio Merlín a que todavía lo es... En la época en la que era una mortífaga activa, la usaba muchas veces para hacer que otras personas mataran en su nombre, así que aunque nunca mató a nadie con sus propias manos o varita, su mente psicópata encontró la manera de deshacerse de sus enemigos y de los de Voldemort también. Por eso le gustaba tanto.

Odiaba estar aquí.

— ¿Cuál es la segunda?

Esta vez fue uno de los chicos de Slytherin quien respondió:

—El maleficio Cruciatus.

Ojoloco tomó la araña y, cojeando, caminó hacia el niño y dejó al animal sobre su escritorio.

— Maldícela.

El niño negó con la cabeza diciendo 'no' mientras sus ojos se abrían ampliamente.
— Por favor, señor. No me obligue a hacerlo — susurró.