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BREAKDOWN
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Tan pronto como recuperé el aliento, fui directamente a mi habitación y le conté todo a Liv, lo que solo provocó que paseamos hablando de Fred casi todo el tiempo.

Durante el resto del día y el siguiente, comencé a sentir un pesar en el corazón a medida que se acercaba el sábado. Traté de que nadie se diera cuenta, a pesar de que ya le había dicho a Hermione en una de nuestras noches de verano, lo mucho que me afectaba el cumpleaños de mi padre, porque lo concebía como algo débil de mí. ¿Cómo podía seguir estando tan apegada al hombre que me abandonó cuando tan sólo era una niña?

—Lilith...— Neville me habló el viernes por la noche, después de terminar las clases de Harry. Su tono era más firme que nunca. —Hermione mencionó que mañana no es un día muy feliz para ti y nos pidió que te echáramos un ojo. Quiero que sepas que estoy aquí si necesitas algo.

Sentí que la sangre se me congelaba en las venas mientras tragaba saliva, Olivia y yo nos miramos al mismo tiempo.

—¿Quién más lo sabe?— Liv preguntó en un susurro.

—Uhmm, le dijo a Harry, a Ron, a Ginny, a los gemelos y a mi— respondió contando con los dedos.

Oh, maldita sea, Hermione ...

—Muchas gracias, Nev— Le di las gracias mientras entrelazaba mi mano con la de Liv y comenzaba a alejarme lentamente.

—No lo hizo con malas intenciones— dijo Liv tan pronto como salimos de la Sala de los Menesteres.

—Lo sé y no la culpo, pero siempre ha sido un asunto privado.

Acompañé a Liv de regreso a su sala común y mientras caminaba de regreso a las mazmorras, tratando de mantener mi mente en blanco, vi a Fred y George caminando también de regreso a su sala.

—¡Oye, Weasley!— Grité, llamando su atención mientras corría hacia ellos. —Hola, Georgie. Necesitaré más de lo que me diste cuando te encontré con el Mapa del Merodeador.

Fred, con el que hablé directamente, frunció el ceño. —¿Por qué querrías eso?

—Amigo, te veré en la habitación, ¿de acuerdo? Lilith, si necesitas algo, ya sabes dónde encontrarme— interrumpió George, alejándose.

Me obligué a sonreírle y luego me concentré de nuevo en Fred.

—¿Tienes más?

—Sí, pero...

—¿Me darías un poco?— Lancé al aire un galeón, haciéndolo acabar en su mano.

—¿Es por mañana?— Conectó los puntos, mirándome confundido. —Hermione nos comentó que es un día complicado para ti, pero no mencionó el porqué.

Deliberé en mi cabeza durante unos segundos decírselo o guardármelo, por si era demasiado privado y me exponía demasiado, pero considerando que sabía que él no me iba a dar la hierba si no se lo decía y realmente la necesitaba para suavizar mis pensamientos mañana, opté por decirle la verdad:

—Es ... el cumpleaños de Ares Arambella— susurré, mirándome los pies. Al principio, pensé que no me había oído, pero su largo suspiro demostró que estaba equivocada.

—Tu padre.

—Si puedes llamarlo así...

Chasqueó la lengua y sacó una bolsita de su bolsillo.

—Aquí tienes— me la lanzó. —Pero no tienes que consumir drogas para sentirte mejor, Lilith. Sé que si no te las doy, te las arreglarás de todos modos, pero, en realidad, ahogarte en tu propia miseria no es lo mejor.

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora