WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

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COMIENZO DE NAVIDAD
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Después de un par de horas esperando noticias, Ginny estaba acostada en el sofá mirando al techo, Ronald tenía la cabeza entre los brazos y era imposible saber si estaba despierto o no, George estaba casi dormido y Fred  estaba completamente dormido en uno de los sofás con la cabeza colgando sobre uno de sus hombros.  En mi mente, quería acomodarlo para que pudiera dormir mejor y tal vez incluso acurrucarme y dormir con él, pero era un acto tan íntimo que me negué.  Además, tenía miedo de que fuera testigo de una de mis pesadillas, ya que solo Liv y Hermione parecían anularlas.

Traté de cerrar los ojos un poco pero fue imposible, así que terminé tomando mi tercer té y luego mi segundo café negro con Remus y Sirius. 

—Míralo— dijo Remus, sentándose a mi lado con una pequeña sonrisa, mirando a Fred. —Incluso parece inocente...

Una pequeña risa escapó de mis labios.

—Solías decir lo mismo de mí, Lunático—  Sirius susurró sonriendo. 

—Nunca pareciste inocente, Canuto.

Sirius resopló ofendido pero también divertido. 

—Tuvo una noche difícil— murmuré con voz suave.  Una vez que salimos de la azotea, Fred se secó las lágrimas cuando bajamos las escaleras y no dijo ninguna otra palabra. Por supuesto, no iba a mencionar a nadie cómo se desahogó conmigo. 

—Lo calmaste mucho, Lilith— Remus sonrió, dándome una pequeña caricia en mi mano. 

—Sí, no sé cómo tienes tanta paciencia, niña. ¿Estás segura de que eres la sobrina de Snape?

—Por desgracia, sí, soy su sobrina.

—No digas eso, Lilith. Te consiguió las pruebas con las Arpías y fue totalmente su idea. 

—¡Bah, Luni! ¡Era lo menos que podía hacer por ella! No lo elogies por lo mínimo, sigue siendo un cabrón— Sirius se rió, dando un sorbo rápido a su cerveza.  —Y tuvo suerte de que yo no pudiera salir, pero te habría puesto en el equipo sin las pruebas necesarias.

A las cinco de la mañana según el reloj de Ronald, la puerta de la cocina se abrió y la Sra. Weasley apareció tras ella.  Estaba extremadamente pálida, pero cuando vio que todos nuestros ojos estaban puestos en ella, se obligó a sonreír. 

—Estará bien— anunció Molly Weasley con una voz débil que denotaba cansancio. —Ahora está durmiendo. Más tarde podemos visitarlo. Bill está allí con él.

Fred se dejó sentar de nuevo y se cubrió la cara con las manos. Ginny y George corrieron hacia su madre y la abrazaron mientras Ron reía nerviosamente.  Cuando Ginny se separó de su madre, la abracé con fuerza y ​​la besé en la frente, mostrándole mi apoyo. 

Con mis ojos todavía en Fred, que permanecía en la misma posición, caminé y me paré detrás de su silla.  Sin saber muy bien qué hacer, puse mi mano en su hombro y lo acaricié levemente y lentamente, con una de sus manos todavía en su rostro, tomó la otra sobre la mía y me dio un apretón rápido y delicado.  Me quedé mirando allí donde nuestras manos se tocaban, algo simple y convencional pero que nunca habíamos hecho antes, hasta que se levantó rápidamente y caminó hacia la cocina. 

Aparentemente, Sirius nos había llamado para desayunar.  Como Kreacher no vino, Harry y yo nos levantamos para ayudar a Sirius, principalmente porque no parecía el tipo de maestro de cocina, pero cuando Potter estaba tomando algunos platos del armario, la Sra. Weasley lo abrazó y le dio las gracias por salvar la vida del Sr. Weasley con su visión.  Luego agradeció a Sirius y Remus por cuidar a sus hijos toda la noche, Black le respondió diciendo que esperaba que pudieran quedarse aquí todas las vacaciones y ella asintió.  Entonces, Harry le pidió a Sirius que hablaran en privado, así que seguí preparando el desayuno por mi cuenta.