WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)

75

LA PEQUEÑA VENGANZA DE FREDDIE
TW: contenido sexual
_____________

Antes de que pudiera decir una palabra, Fred atrapó mis labios en los suyos en un beso lento y dulce que hizo que me derritara con su toque mientras que su mano acariciaba gentilmente mi mejilla. Cuando puse mis brazos alrededor de su cuello, Fred se acercó más a mí, haciendo que el beso fuera más profundo y salvaje y que el ambiente del cuarto se volviera más cálido.

— ¿Recuerdas la palabra de seguridad? — preguntó, separándose ligeramente de mí.

Asentí con la cabeza, tragando saliva.

— ¿Cuál es? Dila, así estoy seguro de que te acuerdas.

— Arándanos.

Su sonrisa se ensanchó.

— Muy bien... Ahora levántate, quítate toda la ropa y vuelve a acostarte en la cama — ordenó en voz baja enviando escalofríos por todo mi cuerpo.

Obedecí, deslizando lentamente la ropa de mi cuerpo, bajo su mirada ansiosa. Cada centímetro de mi piel se despertó al sentir el aire suave envolviéndome y los ojos oscuros de Fred cubriéndome de arriba a abajo con su sonrisa arrogante. Manteniendo el contacto visual con él, me dejé caer de nuevo sobre la cama, sin quitarme las bragas.Cada poro de mi piel gritaba por su atención y en silencio le rogaba que me tocara.

El pelirrojo parecía ardiente, tentador y cautivador como si hubiera sido creado a mano por los mismísimos dioses. Las venas de sus manos y brazos se marcaban más de lo habitual y su cabello contrastaba con la luz azulada del dormitorio dando la sensación de ser una hoguera persistente en la oscuridad. Merlín, lo necesitaba.

— Ah-ah, cariño, dije todo — se arrodilló en la cama, metiéndose entre mis piernas y agarrando la última pieza de ropa de mi cuerpo para tirar de ella agresivamente. Abriendo más mis piernas en el camino, sonrió, mirando lo expuesta que me tenía, y se colocó en el espacio que nos separaba, acercándose más a mí. — Mírate, Lilith, ni siquiera te he tocado y ya estás empapada y lista para mí. Qué bonita...

Decidí burlarme de él aún más.

— ¿Y cómo sabes que es por ti?

Fred siseó deslizando una mano hacia mi cuello para agarrarlo sin poner demasiada presión, pero recordándome que sus dedos estaban ahí y reclamando así el control sobre mí con esa sonrisa arrogante todavía en sus labios.

— No me provoques más, Lilith — murmuró contra mis labios, comenzando a dejar besos suaves y cortos desde mi mandíbula hacia mi cuello. — Ya me has cabreado lo suficiente al coquetear con el idiota de Khan.

Siguió el camino de besos hasta llegar a mis pechos donde empezó a jugar con los piercings de mis pezones, ganando un gemido suave y amortiguado de mi parte. Sus manos volvieron otra vez a la altura de mi caderas para apretarlas delicadamente y hacer que sintiera así su dureza a través de la toalla.

— Freddie...— jadeé, inclinando la cabeza hacia atrás, mientras su boca se acercaba peligrosamente a donde yo realmente quería.

— Eso es, cariño. Yo, no él...— agarró mis muslos y comenzó a besar y morder suavemente su parte interior. — Él no sabe cómo hacer que gotees así, ¿verdad?