Capítulo 13: Espirar

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Capítulo 13'
Espirar

Son las ocho de la mañana. Dave y yo llevamos dos días esquivándonos, bueno él más que yo. Pero he decidido ponerle fin a esto. Me dirijo hacia la puerta de su habitación y golpeo tres veces suavemente para ver si está despierto.
Toc, toc, toc.
—¿Quién es?
—Soy yo, Cath, ¿puedes abrirme? —respondo firme.
—Dame cinco minutos y voy al comedor.
—No, en el comedor no. Quiero hablar a solas.
Escucho el sonido de una silla arrastrándose por el suelo.
—¡Adelante! —Hace un gesto con la mano para que pase al interior de la habitación.
Su cara manifiesta preocupación, pero estoy harta de esta tesitura y tenemos que aclarar las cosas. No somos dos niños.
—Ya no soporto esta situación, necesito que hablemos. Llevas días esquivándome. Y, la verdad, no te entiendo, ¿para esto querías que me quedase? —declaro.
—Creo que lo estás sacando fuera de contexto. No sé qué es lo quieres —dice, tranquilo.
—Quiero que seas sincero conmigo, por una vez en tu vida. —Catherine, no quiero hablar.
Se acerca al escritorio y cierra el diario de golpe.
—Todo lo que sientes solo lo sé por haber leído ese diario, pero no porque haya salido de tu boca.
—¿Eso es lo que quieres?, ¿saber lo que siento? Pues toma, léelo y lo sabrás —dice, y me entrega el diario. Me quedo inmóvil, no sé qué hacer. Coge mi mano y pone el diario en ella—. Toma y sal de la habitación, por favor —dice con ojos de súplica.
—Dave, no sé... No hace falta, no lo quiero, solo quiero hablar —digo, aturdida.
—Catherine, llévatelo, no me apetece hablar y quiero estar solo.
—¿No te apetece hablar con tu novia? —pregunto sin pensar en la maldita palabra, que se ha escapado de mi mente. Juro que no tenía intención de decir lo que acabo de decir.
—¿Novia? —La palabra sale automática de su boca, supongo que como lo han hecho las mías.
Mi corazón recibe un impacto. Ya no me veo capaz de mediar ni una sola palabra más. No sé por qué diablos he dicho esa estupidez. Ninguno de los dos puede pronunciar nada. Decido dar media vuelta y salgo de la habitación.
Me alejo del hotel. He perdido completamente los papeles. No puedo continuar con esto. Me dirijo hacia el mar, necesito calmarme.
Me siento en la orilla de la playa, toco la blanca arena fina con los dedos y la observo caer entre ellos. Está caliente, es agradable. Siento el aire cálido que proviene del increíble mar, huele a limpio; a la vez, el sol calienta mi rostro y me hace sentir llena de energía. Todo esto me invita a soñar que soy capaz de hacer cualquier cosa que quiera. Pero en un rincón de mi alma hay una persona, Dave, que remueve todos mis órganos cuando está cerca de mí y me hace perder la cordura. Miro el diario, dudo si leerlo; si lo hago, creo que lo tendré más claro. Esto es lo único que puede ayudarme ahora:

En la excursión a las cuevas Tulum he perdido un poco el norte. Después de haberle contado a Catherine casi todo, ya no tengo fuerzas para nada más. La forma en la que me miró cuando se lo expliqué me desconcierta, pero lo peor de todo es que no le he confesado lo más grave... No quiero ponerla en peligro y sé que lo mejor es que nos alejemos. Yo también estoy deseando comerle la boca, oler su piel, tocarla por todas las zonas de su cuerpo, por ese cuerpo que me vuelve loco, apretarla contra mí... Pero ella sufriría con todo esto, con lo que soy. Y no podría soportar verla así, me destrozaría. Es preferible que lo pasemos mal ahora y se olvide de mí con el tiempo a tener que verla sufrir toda su vida. Eso es lo que me ha hecho perder el norte en las cuevas; perdí la noción del tiempo mientras cogía una pequeña estalactita de ese misterioso componente. Tengo que compararlo en el laboratorio con la ternuela, creo que sus compuestos son compatibles, pero tendremos que volver para coger más. Estaba en la parte más oscura de la cueva y no sé si localizaremos el lugar, pero le he enviado la ubicación a Claus.

Mis lágrimas caen, tengo que limpiarme para no manchar el diario. «Es preferible que lo pasemos mal ahora y se olvide de mí con el tiempo». Como si eso fuese tan fácil. Dice que le ha enviado la ubicación a un tal Claus, ¿quién será Claus? Me sueno la nariz y sigo leyendo:

Supernova Delta (Supernova 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora