[treinta]

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[Amanecer]

Si en mi vida no existiera Johnny Suh estoy jodidamente segura que en estos momentos me estaría liando con el chico frente a mi en su carro como si se fuera a acabar el mundo, pero cómo soy una ridícula chica enamorada de un tipo, me alejo de inmediato y arranco en dirección a los servicios.

Allí me miro al espejo y el arrepentimiento está claro en mi rostro.

Estoy enojada y decepcionada de mi misma.

No soy así, suelo ser una persona muy afianzada a los compromisos y a los sentimientos, y aunque Youngbae puede parecerme muy atractivo, no se compara en nada a lo que me hace sentir Johnny.

Mojo mi cuello para disminuir el calor que siento por el acumulo de gente en el local y salgo finalmente del lugar, topándome de inmediato con el moreno.

-Hayun- dice y una incomodidad ha quedado impregnada en el aire por lo que decido hablar primero.

-No tienes la culpa de nada, y-yo- suspiro fuerte pues no quiero ser juzgada pero ya que, el error fue mío- estoy conociendo a alguien, estoy enamorada de alguien, estaba enojada y simplemente me deje llevar, solo que, no puedo, esa persona está en mi mente.

El chico me observa, una tenue sonrisa aparece en su rostro y se acerca a mi.

-Vaya, y yo pensé que había perdido mis encantos y te había besado terriblemente- dice y yo suelto una gran carcajada.

-Gracias por entender- digo y el asiente, ofreciéndome su mano.

-Ya que, sabía que no me esperarías toda la vida- dice y yo ruedo los ojos a su frase, para luego tomar su mano -Vamos a bailar.

De ahí en adelante la noche pasa rápida, bailo con el chico y con mi mejor amigo hasta que los pies duelen y tengo tanta sed que termino pidiendo un agua mineral.

Lo que callamos a quien nos designan conductores.

A eso de las tres de la mañana, caminamos hacia el automovil, Haru ha desconocido el soju por lo que Yuta la lleva en brazos ya que se encuentra mareada, mientras que los tres hombres parecieran que no ha tomado ni una gota de alcohol.

El camino a casa es más rápido, se nota la madrugada pues el trafico es bastante menor a cuando salimos de casa.

Al llegar, Yuta lleva a Haru a la habitación que comparte conmigo mientras yo entro al baño. Allí saco todo mi maquillaje y, luego de entrar en la habitación, me coloco el pijama.

No tengo sueño, por lo que me dirijo al patio de la casa y me siento en el césped.

Es más, quiero llamar a Johnny y pedirle explicaciones de la foto. Son eso de las cinco de la tarde en Estados Unidos, puede que esté ocupado y no quiero hacer un drama de algo que quizá no sea tan importante.

Tiro mi cabello y una botella de soju es dejada frente a mi en el suelo. Elevo mi vista para toparme con Youngbae, el chico me sonríe y sé que debo quedarme callada pero claro, Kwon Hayun nunca ha hecho lo que debe hacer.

-¿Puedo pedirte un consejo y/u opinión?- le digo cuando apenas se está girando para marcharse, y mientras espero que conteste le doy un trago la botella, no sé usar los vasos, beber directo del envase es lo mejor.

-A menos que se trate de ponerle nombre a un bebé, claro- dice y yo río.

-Ugh, idiota- digo y se sienta a mi lado.

-¡Hey!, más respeto, soy tu Oppa.

-Y una mierda Youngbae, no te diré Oppa- le digo empujándole con el hombro, sin moverle un centímetro.

LIPS - [S. Johnny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora