[treinta y cuatro]

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[Made in the AM]

Lugar: mi cama.

Hora: ni jodida idea.

Acción: besando a Johnny Suh.

Nos encontrábamos acostados en mi cama, yo arriba de él. Nuestras piernas enredadas. Sus labios se movían lentos bajo los míos, llevando un ritmo parsimonioso.

No queríamos llevar esto más allá, o quizá nos daba un poco de pudor tomando en cuenta que unas paredes mas allá están las habitaciones de mis hermanos.

Una de sus manos llega a mi nuca, manteniéndome en mi lugar mientras él mueve su boca de mis labios a mis comisuras, después a una de mis mejillas, bajando a mi mandíbula y repitiendo el proceso, volviéndome jodidamente loca y deseosa de él.

-Si sigues haciendo eso me importará bien poco que estés mis hermanos- le dije y él río, pero sin detenerse.

-Quizá eso es lo que quiero- responde, sus labios posados en mi oído, su tono de voz ronco mostrándome que esto le esta afectando tanto como a mi.

Vuelve sus besos a mis labios y en ese momento puedo decir que pierdo toda cordura, la poca ropa que teníamos puesta comienza a estorbar y solo puedo recordar el momento en que está dentro mío, sus labios sobre los míos y nuestras manos sujetando todo el placer que estamos sintiendo, pero sosteniéndolo para que quede solo entre nosotros.

Pasan unas horas más, observo la hora en mi reloj de mesa de noche. 05:53. Hace no mucho habíamos terminado, ambos exhaustos pues nos demostramos toda la falta que nos habíamos hecho. Estaba cerca el amanecer y unas ganas de hacer algo que había dejado atrás hace bastante tiempo nació en mi, por lo que me separé del chico que dormía a mi lado plácidamente de manera suave para levantarme sin despertarle, fallando en el intento pues en el primer movimiento sus brazos se aferraron a mi cintura y yo reí por las cosquillas que me causo el roce de su nariz en mi espalda.

-¿Serás la novia fugitiva que deja al chico después de follar?- pregunta, yo río mientras me sonrojo, soltando un suave manotazo que llega sus manos en mi abdomen.

-Idiota, solo quiero ver el amanecer.

-¿Y para eso te tienes que levantar?, si desde aquí la ventana te da una bonita vista.

-Me exprese mal, quiero sentir el amanecer- dije y me giré para observarlo, notando que él se había enderezado encontrándose casi a mi altura. Mantenía mi cintura apresada con uno de su brazos mientras con el otro se sujetaba. Le admire, en ese momento le admire y sonreí pues nunca me había sentido de esta manera tan plena con alguien.

-Te amo- le dije, así, sin tapujos, sin vacilaciones, sin nervios ni nada en medio, fui una simple chica que le dijo al chico con el que estaba saliendo que le amaba.

Su sonrisa me deslumbró, soltó mi cintura y cayó de espaldas a mi cama. Me siguió observando, y para mi era una imagen digna de admirar.

Una de sus manos viajó a mi mejilla, sus dedos acariciaron mi piel lentamente, corriendo un mecho de cabello que se había cruzado en mi visual. Nos quedamos observando tranquilamente, hasta que él se levantó, poniéndose de pie. Admiré su desnudez y me encantó tener esta capacidad de complicidad de no complicarnos porque el otro nos ve desnudos después de haber tenido intimidad.

-Ya, ¿no querías ver el amanecer?- dijo y yo le sonreí para después asentir. Me coloqué la misma camiseta que horas antes había arrancado de mi cuerpo, las bragas, mis patitas de polar y un polerón que me quedaba unas tallas más grandes, mientras él simplemente se colocó su pantalón. El tiempo estaba fascinante, no hacía frio por lo que no nos arriesgábamos a una hipotermia al salir vestidos tan desprolijos de ropa.

LIPS - [S. Johnny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora