[diecisiete]

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[Stay (Don't go away) - David Guetta, RAYE]

Solo quince minutos más.

Quince minutos y termino mi turno de trabajo.

Están por ser las nueve de la noche, y ya no doy más de cansancio.

Johnny me ha enviado dos mensajes durante todo el día. Ninguno se lo he contestado, uno de ellos tiene un "lo siento" y el otro una carita triste, y a decir verdad, no sé si me siento enojada, dolida o ambas, solo sé que no tengo ganas de matarme la cabeza pensando en lo que dijo el día de ayer.

-Ha Yun, puedes irte- habló el señor Ong quien era el dueño de la tienda de conveniencia en la que ya llevaba trabajando casi un año.

-Gracias Señor Ong, que esté bien- dije haciendo una venia y dirigiéndome hacia una orilla de la caja donde tenía guardado mi bolso. Me quité la chaqueta con el nombre del local para dejarlo en el perchero y luego marcharme.

El viento helado azota mi cara y siento mi nariz como poco a poco ha de ponerse helada. Menos mal hice caso a mi progenitora y traje una chaqueta gruesa para cubrirme del frió. Al ya cerrar la puerta del local y no caminar mas de dos metros, observo un automóvil ya bastante conocido estacionado a unos metros de donde me encuentro. Mis manos comienzan a sudar y en mi estomago se asienta una bola de nervios por la anticipación de tener mas que claro quien es el chófer de este.

Son cinco segundos lo que demora en bajar del coche Suh, su cabello está algo largo y no puedo negar lo bien que se ve. El chico cierra la puerta y se queda observándome desde el otro lado del aparato, sus ojos penetran en los míos y ninguno mueve la mirada o habla algo. Rodea el automóvil a paso lento sin dejar de observarme, mis manos se encuentran dentro de la chaqueta echo puños intentando no demostrar lo nerviosa y a la vez dolida y enojada que puedo estar.

Se para frente a mi a una distancia poco común entre nosotros, sigue sin decir nada y eso no hace mas que ponerme nerviosa. Se encuentra vestido con un pantalón de jeans negro un poco rasgados, una polera de Chicago Bulls color negra y una chaqueta negra estilo bomber, todo el conjunto funciona tan bien en él que si no me sintiera como me siento producto de lo idiota que actuó ayer, no dudaría en acercarme y besarle.

El chico no dice nada y yo tampoco. No quiero soltar nada antes de que él hable, estoy totalmente a la defensiva, y sé que si hablo será solo para soltar veneno en mis palabras.

-Lo siento- dijo dando un paso hacia mi, mis manos siguieron apretadas dentro de mis bolsillos sin moverse un centímetro -Sé que anoche quisiste hacer un signo de confianza y cercanía y actué como un jodido idiota, es solo que, no estoy acostumbrado a nada de esto, no estoy acostumbrado a simplemente sentimentalismo.

No dije nada por un largo rato, estábamos a solo un metro de distancia y tenía tantas ganas de tantas cosas que simplemente me quedé en mi lugar.

Iba a hablar cuando mi teléfono comenzó a sonar por lo que lo saqué de mi bolsillo para observar el nombre de mi mejor amigo en la pantalla.

-Yongie- hablé sin importarme el chico frente a mi y si le molestaba o no, él debía comprender que mi mejor amigo siempre sería primero.

-Yunnie, ¿dónde estás?

-Fuera de la tienda, acabo de salir, ¿por qué?

-¿Podemos dejar los planes de hoy para mañana- dijo y una parte de mi se sintió mal por aquello, jodidamente extrañaba a mi mejor amigo.

-¿Está todo bien?- pregunté antes que todo.

-Si- dijo, en su voz se notaba el nerviosismo y me lo podía imaginar despeinando su cabello.

LIPS - [S. Johnny]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora