*Bad Guy*
-Bienvenida a mi humilde morada- habló Johnny encendiendo las luces de aquel pequeño pero acogedor departamento.
Sonreí de boca cerrada producto del extraño nerviosismo que estaba atacando mi cuerpo, aunque tan extraño no, joder, que lo que ocurrió en aquel salón me dejó muy atolondrada.
Entró al lugar soltando un simple ponte cómoda, para luego desaparecer en alguna de las habitaciones del piso. Me apoyé en el sillón de dos cuerpos color blanco invierno para sacar los tacones de mis pies. El piso se encontraba helado, provocando un pequeño respingo producto del contacto con mis pies.
Observé el lugar mientras esperaba que el chico regresara, la sala de estar consistía en tres sofás, en el que me encontraba apoyada, más dos individuales, una mesa de centro de vidrio con detalles negros, además de dos pisos de color negro. La cocina consistía en una mesada color negra con unas sillas negras altas, todo en aquella combinación de colores que se ve tan lujosa y simple a la vez.
Un segundo respingó obtuve, pero esta vez por los brazos de Johnny alrededor de mi cintura. Él soltó una risilla aniñada, mientras sus brazos se cerraban aun mas en mi cintura. Era graciosa en esta ocasión la diferencia de altura, ya que siempre que nos habíamos visto yo andaba con plataforma, actualmente con suerte le llegaba a la barbilla.
-Pensé que vivías con tus padres.
-Comúnmente si, pero también tengo mi lugar, tanto ellos como yo de vez en cuando necesitamos soledad y privacidad- asentí en acuerdo a dicha frase, girándome para quedar frente a él, mi trasero apoyado en el mueble.
-Me gustaría mudarme alguna vez, pero no me imagino viviendo sin Jiyong, Soonyoung o mis padres, a pesar de que papá últimamente ya no pasa mucho en casa.
-Tus hermanos?- asiento.
Un silencio que no me molestó se instaló entre ambos, me dediqué a simplemente observarle, aquellos labios que tan loca me tenían, esos rasgos tan propios de él, su forma de mirarme, y de aquella sonrisa que estaba saliendo a la luz.
No sé cuantos minutos pasaron cuando volvió a hablar:
-No te he preguntado, quieres ponerte cómoda? puedo prestarte algo de ropa, aunque lo más probable es que te quede grande- ambos reímos por aquello ya que la diferencia de altura era clara, le solté un golpe juguetón en el pecho en el preciso momento que se acercó para dejar un sutil toque en mis labios de manera tentativa. Ambos sonreímos por aquello y asentí a su proposición, de la mano me llevó a lo que asumí era su habitación, esta no cambiaba mucho de la sala del lugar, paredes negras, una cama con su cubierta blanca y los muebles en la misma combinación.
-Ten- me extendió después de un rato buscando, un pantalón de algodón y una polera de mangas largas, le agradecí con una pequeña sonrisa, pero sujete su mano antes de que marchara.
-Puedes bajar el broche por favor?- le pedí, antes de darme vuelta pude notar sus mejillas enrojecer y su labio inferior ser cazado por sus dientes.
Sus manos fueron lentamente a mis hombros, un escalofrío me recorrió el cuerpo, el cual John también sintió, sus manos se movieron lentamente al broche, ninguno de los dos decía ni una sola palabra, al llegar al broche, lo desplazó hasta que estuvo totalmente abierto, para posterior dejar un beso allí y retirarse de la habitación, dejándome totalmente pasmada y con la sensación de sus labios en mi piel sin poder borrarla.
××
Unos 10 minutos después salí de la habitación ya con su ropa, el ambiente estaba siendo llenado por alguna canción de Usher que conocía pero que en el preciso instante no recordaba su nombre. Al llegar a la sala, el chico bajo la música para observarme con una sonrisa que denotaba felicidad, de esa cuando a un niño le regalas un caramelo.
-En verdad no me disgustaría tenerte todos los días aquí, y mejor aún con mi ropa- solté una carcajada, a la vez que negaba con la cabeza por aquello, cuando noté el tono bromista en su voz.
Johnny se encontraba sentado en una orilla del mueble más grande, por lo que, haciéndole caso a mi cuerpo y a lo que ambos sabíamos habíamos venido aquí, me senté a su lado. Con su mirada sobre mi durante toda la acción.
-Quieres algo de comer o beber?- preguntó indicando la mesa de centro que tenía diferentes cosas para picar, como también bebidas -Tengo cerveza y vino por si quieres.
-Una cerveza estaría bien- se levanta de mi lado para, del refrigerio, sacar una botella de alguna cerveza artesanal que el nombre no me sonaba, pero estaba fascinada.
La cerveza artesanal es lo mejor.
Él tiene una igual y ambos hacemos un brindis sin aparta la vista del otro.
-Quieres poner algo de música?- pregunta en casi un susurro, no se por que, pero esta pequeña aura que hemos creado no da para sonidos brutos, solo para una compañía y conversaciones silenciosas.
Asiento para él, en el equipo que tiene a su lado conecta su teléfono colocando aquella canción tan de moda de Billie Eilish. All the good girls go to hell llena el espacio en silencio, doy un sorbo a mi botella alcanzando de la mesa también un trozo de queso. Al volver a mi lugar el chico al frente mío se gira para quedar cara a cara.
Nos observamos durante varios minutos, hasta que la canción termina, de inmediato Bad Guy de la misma tipa suena en los altavoces, al terminar, el lugar vuelve a quedar en silencio y cuando observo como va a girarse para ponerle play a alguna otra playlist, pongo mi mano sobre la suya.
El chico se detiene y me observa entre sorprendido y divertido por mi atrevimiento, dejo el botellón en la mesa y decido acercarme a él, quedando de rodillas en el sillón, justo al frente, nuestras rodillas se encontraban rozándose, me acerqué a él para finalmente unir, una vez más, sus labios con los míos.
Es que joder, sus malditos labios eran mi jodida perdición.
El roce era lento pero sensual, sus labios sabían en que momentos chupar, morder y lamer para volverme jodidamente loca. Lentamente me fui subiendo a horcajadas, logrando que su espalda quedara pegada al mueble, y su nuca al respaldo de esta. En aquella posición era la jodida reina, era quién tenía todo el jodido control.
No sé cuanto tiempo ha pasado, pero mis labios duelen, sus manos se encuentran en mi trasero, y las mías en sus hombros, nos separamos sin decir nada, nos miramos en silencio, mientras sus manos se comienzan a mover para quedar en el dobladillo de la polera que cubre la parte superior de mi torso, sus ojos se conectan con los míos, pidiendo un permiso que tiene desde que me subí encima de él.
Asentí en silencio mientras él acercaba nuestros torsos, metiendo las manos bajo mi piel y la vez acercándose a mi cuello para besar aquella zona tan erógena volviéndome loca. La polera, contra todo pronostico no sale de mi cuerpo, si no que sus manos simplemente se mueven bajo ella, estas llegan a la altura de mi cintura donde se mantiene bastante rato ahí mientras yo tomo su cabello para volver sus labios a los mios.
Sus manos tientan en la orilla de mis pechos, sin acercarse demasiado, quiero decirle que tiene todo el jodido permiso, pero cuando me separo para hablar, el chico saca sus manos, las posa en mis muslos y se levanta de donde se encontraba sentado, conmigo en sus brazos.
Nos lleva a su habitación, ya allí, se sienta sobre su cama, aquel movimiento provocando que nuestras partes intimas rocen, provocando un alivio que me provoca un gemido y a él un gruñido ronco que provoca que me emocione mas aún.
-Esta noche, solo eres tú- dijo para volver a estampar sus labios con los míos.
××AHHH GRACIAS POR TODAS ESAS LECTURAS :(
EN SERIO ME HACEN MUY FELIZ!
NOS LEEMOS PRONTO
cuidense mucho, cuiden a sus familias y si pueden, quedense en sus casas.
Playlist en spotify: "LIPS | WATTPAD" o en mis historias destacadas de mi ig fanacc.
-Nini🐈⬛
ig fanacc: letterstonini_ ; ig personal: connienmy ; y también en tw: ninimny
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LIPS - [S. Johnny]
Fanfic[TERMINADA] »Un par de labios, una mirada profunda y la canción indicada. Solo eso bastó para que aquella noche fuera inolvidable.« [JOHN SEO] -Inspirada en la canción "Lips" de NCT 127. -Presencia de escenas +18. -Historia 100% mía. -No copias ni a...