°Ciertos Dolores y un Recuerdo°

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Entrada la noche llegaron a su hogar.

En el transcurso del viaje Steve se quedó profundamente dormido, recargado en el cuerpo de su Alfa que lo abrazaba protector.

El primero en salir del auto fue el mayor de los hermanos que trato de hacerlo con mucho cuidado para no despertar a su angel, Anthony se adelantó para abrir la puerta de la mansión. Gregory tomo el cuerpo durmiente nuevamente avanzando hasta la entrada.

Pasaron y sus padres estaban sentados en la sala seguro esperándolos. María vio al rubio en brazos de su cachorro, alarmada dejo la taza de té que estaba bebiendo en la mesita de centro.

-¿Ocurrió algo? Pensé que tardarían más, ¿¡Stevie está bien!?-Howard disipó su inquietud esparciendo un poco de su aroma. Él al igual que ella tenía curiosidad, pero así nunca le dirían nada.

-No hay problema mamá, papá, Steve solo está dormido, terminamos muy cansados por los juegos y el recorrido-hablo Arno respondiendo a sus dudas, claro que omitiendo la pelea. Si les dice que por haber dejado solo a Steve resultó lastimado, los terminarían asesinando y junto a ellos, sus suegros.

Además. La inflamación de sus mejillas bajaron y la mancha de sangre la limpiaron antes de llegar. Solo estaba un poco sucio.

-Que bueno, creí lo peor-suspiró aliviada.

-A veces resultas ser una paranoica mujer.

-Calla Howard-lo empujó con un puchero. No estaba alejado de la realidad pero no deseaba ser expuesta.

-Ya, ya-rió acariciando el brazo de la dama.-Le pediré a Jarvis que prepare una habitación para nuestro invitado, tendrán que despertarlo para que se de un baño-su padre le dio indicaciones al beta que, con un asentimiento se fue para hacer lo pedido.-Mientras yo llamaré a los Rogers para que sepan sobre el paradero de Steven y no se preocupen.

-Gracias padre-asintió agradecido mientras le hacía señas a su compañía para que se dirigiesen hasta las escaleras.-Con permiso nos vamos retirando-caminó tras ellos cubriendo las manchas de la camisa blanca que no pudo borrar.

-Hijos míos, ¿No piensan cenar?

-No madre, como ya dije estamos agotados, buenas noches.

-Buenas noches padres-Anthony hizo un ademán con la mano.

-Descansen.

Los tres Alfas subieron escaleras arriba y desaparecieron del rango de visión de la mujer. Está quedó pensativa, vio a dos de sus hijos sucios y con algo rojo en sus ropas arrugadas (cosa que se esforzaron por esconder), no quiso indagar mucho para no importunar. "¿Quizás sea salsa?" Pensó.

En la recámara que Jarv acondicionó, Steve ya se vestía bostezando perezosamente. Fue una ducha rápida ya que aún tenía algo de sueño y moría por regresar a la cama, es más, en primer lugar ni siquiera quería despertar pero fue necesario.

Se miró en el espejo y rió por lo gracioso de su apariencia con la tela, traía puesta una camisa de Gregory que le llegaba hasta las rodillas, era como una bata de descanso. Tony y Arno quisieron darle algo de su ropa también pero no le quedó nada ya que él era un poco más alto y corpulento que sus dos últimos Alfas. No era como otros Omegas comunes, era más... diferente.

Se tiró en la gran cama y aspiro el rico perfume que desprendía la camisa, olía tan bien. Se sonrojo un poco y volvió a reír. Ya mejor acomodado, arropado y abrazando una almohada pensó en lo que había pasado en la tarde.

Él podía defenderse, sabía pelear lo necesario (a veces), pero Johann traía acompañantes como de costumbre y desde la escuela ha sido más fuerte que él; al igual que Brock, eran Alfas poderosos e intimidantes después de todo. Sin contar el pánico que sintió por los recuerdos y la presión que ejerció en su persona. Y pensar que, solo se estaba vengando por algo que ya pasó.
¡Y se busco a fin de cuentas!

Fue esto que tarde o temprano terminaría pasando, fuese él o no.

°°°

Ya estaba harto de sus constantes abusos, años tras año desde que tiene memoria su maldita sombra le persigue, así que motivado por el agotamiento y la determinación de ese entonces tomo cartas en el asunto y se defendió cuando contempló la oportunidad. En el patio de la escuela el Alfa hacia su típico número agresivo y burlesco contra él.

-Tendrás tu merecido-musitó aquel día en que su infierno al fin acabó.

-Quiero que lo intentes, Omega estúpido.

Motivado por las risas burlonas de los estudiantes alrededor, empujó tan fuerte a Johann que le hizo perder el equilibrio, provocando así que cayera e hiciera una cicatriz en la sien izquierda con una roca al caer en la grama. Fue llevado a enfermería y él a la dirección, no le importó porque nunca se arrepentiría de aquello. A partir de ese momento jamás lo volvió a molestar hasta este día.

°°°

Suspiró derrotado, que bueno qué los chicos llegaran a tiempo para salvarlo, sino, ¿Que le hubiera pasado de no ser así? Incluso se había olvidado de aquel suceso, lo tuvo completamente bloqueado de sus recuerdos hasta ese momento. Pero así son las cosas en la vida, hay actos que si o si anhelas olvidar para siempre.

Con la excesiva relajación del agua tibia y una cama cómoda, su cuerpo empezaba a manifestar los dolores de las caídas y golpes, mañana tendría moretones que se tomarían su tiempo para sanar. Algo de crema y unas cuantas pastillas acelerarían el proceso pero serán para después. Y, quizá fue el dolor, o el cansancio, o tal vez sobre pensar, pero terminó arrastrado por el mundo de los sueños.

𝓣𝓻𝓮𝓼 𝓐𝓵𝓯𝓪𝓼 𝔂 𝓾𝓷 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora