°Recurren los meses...°

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Segundo Mes.

El mes completo que estuvo en Colorado fue fantástico. Las montañas, la comida, las personas amables, se sacaron muchas fotos y se llevó muchos recuerdos. Y lo mejor de todo es que su vientre era más notorio que antes, los chicos lo mimaban y consentían a cada rato.

Al momento de volver fue triste ya qué se había encariñado con el lugar, pero se animaba al recordar que vería a sus padres y amigos otra vez.

Happy les saludo y ayudo de nuevo con el equipaje.

El cálido clima de la ciudad los recibió al arribar en Nueva York horas después. Hicieron lo propio y al ponerse en carretera tomaron un rumbo distinto, no iban a su casa o a la de ellos.

—Este camino no lo conozco chicos, ¿A dónde vamos?

—No te impacientes cielo, es una sorpresa—sonrió Gregory abrazándolo.

[°°°]

—No puede ser...—expreso sin aliento por la emoción.—¿Es esta nuestra casa?

—Así es hermoso, bienvenido a nuestro nuevo hogar ¿Te gusta?

—¿Bromeas Anthony? ¡La amo!, es bellísima. Son increíbles—beso con verdadera emoción a cada uno. Gregory le entrego las llaves y Steve las tomo y salió corriendo a recorrer la gran mansión.

Parecía un niño que ve algo deslumbrante.

Tenía piscina, una gran cocina, muchas habitaciones y era moderna, tenía una hermosa vista y un espléndido jardín con sus flores favoritas. La mansión estaba situada en una gran roca en la punta de una colina; por ende atrás de ella había un acantilado, se podía ver el mar que la rodeaba. Esa casa era un sueño, aunque daba miedo por el barranco.

—“Es un placer conocerlo señor Rogers”—Steve salto asustado por la voz desconocida de una mujer.

—¿Quien es usted y que hace en mi hogar? Salga de donde esté—se puso a la defensiva esperando a la intrusa.

—“Soy Friday, la inteligencia artificial del señor Stark”.

—Oh, inteligencia... con el señor Stark, ¿A cuál te refieres?—sonrió colocando sus manos en su cintura. Siempre vivía esa confusión, ¡Digan nombres no apellido!

—“Mi creador es Tony Stark”.

—Pues que susto me diste linda, menos mal no había nada que me hiciera resbalar.

—“Esa no era mi intención señor, mis disculpas”.

—Sé que no.

—Steff veo que ya conociste a Friday, ella te ayudará en lo que necesites—llegó Tony junto a él.

—Si que bueno, por cierto. ¿Cuando mudaremos las cosas?

—Ay Stevie, todo eso está listo, todas nuestras cosas están aquí, ordenamos eso cuando estábamos en nuestra luna de miel bebé.

—Que rápidos son—rió abrazando al castaño.—Aunque me hubiera encantado ordenar yo mis cosas.

—Puedes hacerlo cuando quieras amor—beso todo su rostro haciéndole reír.

Tercer Mes.

Steve notaba que su estómago se hinchaba más de lo normal, se veía más gordo y las estrías comenzaban a hacer estragos en su cuerpo.

Obviamente su aspecto ya no era el de antes, su cuerpo había perdido los músculos, sus pechos estaban creciendo y le dolían un poco, sus pies y manos se inflaman y siempre, siempre tiene hambre o quería estar echado durmiendo. Y eso que solo estaba en el tercer trimestre.

𝓣𝓻𝓮𝓼 𝓐𝓵𝓯𝓪𝓼 𝔂 𝓾𝓷 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora