+18En la reunión los Stark percibieron a la vez un particular olor suave pero casi invisible que se paseaba por el aire. Gracias a su mejorado olfato aquel aroma golpeó sus fosas nasales provocando en sus sistemas un curioso tormento, como si algo los llamara, los atrajera seductoramente.
Cada uno contempló con curiosidad los alrededores, notando así que Steven ya no estaba lo cual se les hizo muy extraño, ¿En qué momento había desaparecido?. Aquella fragancia rondaba por esa zona del comedor.
—Señores esto es una emergencia, su presencia es requerida arriba con urgencia—llegó Jarvis prácticamente corriendo hasta sus amos para avisarles sobre el estado del chico.
—¿Quién Jarv?—preguntó curioso uno de ellos.
—El joven Rogers.
—¡Steven! ¿Qué pasa con él Jarvis, es algo malo?—tenían toda su atención puesta en el de cabello cano, parecía grave por el estado acelerado en el que estaba el mayor.
—Parece que hoy se le olvidó que llegaba su celo así que—
—¡No hay tiempo que perder, vamos!—interrumpió Arno a su mayordomo para dirigirse a sus hermanos que asintieron inmediatamente de acuerdo.
Disimuladamente se excusaron con los invitados de la mesa y sus propios padres para escaparse de la cena y así acudir al llamado del ojiazul, atravesaron la estancia hasta las escaleras del segundo piso; pero apenas se subieron al primer peldaño se dieron cuenta de que un Alfa aparentemente atraído por el rastro de feromonas que Steve dejó, pensaba ir en busca del Omega en calor. Enfurecido, Tony empujó al contrario con molestia y sin cuidado, inclusive le mostró los colmillos en un acto impulsivo. No le importaba formar un escándalo.
—Atrévete a subir nada más y ya verás lo que te pasa—gruñó amenazante.
Una pequeña advertencia para ese tipo que le aseguraba problemas. Por suerte sabía pensar, ya que prefirió marcharse sintiéndose humillado por el castaño, y sus hermanos que lo repelieron con sus propios perfumes territoriales.
Con un inconveniente menos, continuaron su camino a toda prisa.Jarvis al ver como los hermanos se iban sutilmente se encargó de accionar el sistema de ventilación con la que contaba la casa para otros fines, pero que le venía de maravilla. No deseaba alarmar a la multitud.
Apenas llegaron al “laberinto” buscaron en cada recámara descubriendo con frustración que se encontraban vacías; fue así hasta que percibieron que el olor a vainilla se intensificó en el fondo.
Con un poco de incertidumbre avanzaron pausadamente y tragando grueso como si sus gargantas se resecaran horriblemente, abrieron esa puerta de madera que chillo como una bruja del bosque. Apresurados terminaron por entrar al obscuro cuarto y fue cuando una ola de feromonas y calor (como si fuese vapor) los golpeó. Olía muy bien, extremadamente apetitoso. Con solo eso les subió la temperatura cosa que hizo a su libido elevarse a niveles inimaginables, como nunca antes.
Y es que allí, entre las sábanas, se hallaba su perdición.
En la cama yacía Steve tocándose a sí mismo. Los dedos de su mano derecha jugueteaban con su estrecho y húmedo agujero, y la izquierda por su parte pellizcaba uno de sus rosados y erectos pezones; de seguro el placer era tanto que se mordía los labios para reprimir esos gemidos que deseaban escapar de su boca.
Abrió los ojos ya que los mantenía cerrados a causa de la excitación. Diviso a sus tres Alfas que con la puerta ya cerrada respondían ha su dulce llamado de apareamiento. Liberaban su aroma territorial y acogedor complaciendo de sobremanera al Omega que sufrió un espasmo haciendo temblar todo su cuerpo. En ese momento no había cabida para la vergüenza que seguramente sentiría en una situación no lasciva.
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𝓣𝓻𝓮𝓼 𝓐𝓵𝓯𝓪𝓼 𝔂 𝓾𝓷 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪
Fanfiction•✨• Imagina que parte de tu vida esperas encontrar a tu persona especial, esa que está por ahí en el mundo entrelazada a ti, hecha para compartir contigo como Alfa y Omega, tu otra mitad. Pero por cuestiones de la misma piensas que jamás sentirás es...