Aquella mañana me desperté antes que él, con un pequeño y cálido rayo de sol que iluminaba la habitación.
Le miré, todavía algo aturdida. Dormía muy tranquilo, con uno de sus brazos apoyado relajadamente en mi cintura y los labios ligeramente entreabiertos.
Su pelo volvía a ser rubio y ya había recuperado su peso habitual. Mi mirada se detuvo un instante sobre la cicatriz de su cuello y esbocé una sonrisa amarga, sacudiendo la cabeza.
Ya habían pasado seis meses desde que aquel infierno terminó y ahora todo era diferente.
Itami y los villanos que la seguían estaban encerrados en una prisión de máxima seguridad. Los ciudadanos ya no nos insultaban por la calle, volvían a pedirnos fotos y autógrafos y lo más importante: volvían a confiar en nosotros.
Aunque lo mejor de todo era que Katsuki y yo vivíamos y trabajamos juntos. Ese futuro con el que tanto habíamos soñado por fin había llegado.
Y yo no podía ser más feliz. Katsuki me enamoraba más y más cada día.
- Katsuki, despierta... - susurré acariciando su pelo.
- Mmmh - gruñó todavía con los ojos cerrados.- Venga... o volveremos a llegar tarde a la agencia - recorrí su mejilla con la punta de mis dedos.
- Tsk... pues que esperen, mmh... - murmuró, atrayéndome hacia él con fuerza, sin ninguna intención de levantarse.Me reí y le di una serie de pequeños mordiscos en el cuello, a lo que él respondió abalánzandose sobre mí. Estuvimos un rato así, remoloneando y jugando en la cama. Cuando quisimos darnos cuenta, solo faltaban diez minutos para entrar al trabajo. El tiempo a su lado pasaba volando.
Llegamos a la agencia corriendo, como siempre. Entramos en la sala de reuniones disculpándonos, justo cuando el jefe empezaba a distribuir las tareas del día. Al vernos, nos fulminó con la mirada y resopló resignado mientras el resto de nuestros compañeros contenía la risa.
- Solo cinco minutos de retraso, vais mejorando - susurró Deku burlón, dándome un ligero codazo.
Le guiñé el ojo como respuesta y Katsuki se limitó a gruñirle.
- ____ y Bakugou. - nos nombró el jefe - Hoy vosotros controlaréis esta zona, - señaló un mapa colgado en la pared - salís dentro de treinta minutos, ¿entendido?
- Sí, señor - contestamos a la vez.
- Todoroki, - continuó el jefe - como Sokudo está de luna de miel, tú te encargarás de sustituirle aquí - marcó otro punto del mapa.Así, fue encomendándole a cada uno una misión hasta que todo el mundo tuvo claro lo que debía hacer.
- Bien, todo listo. ¡A trabajar! - exclamó dirigiéndose a la salida.
- ¡Plus Ultra! - gritamos a coro.Entonces tuve una idea. No podía desaprovechar aquella oportunidad.
- Katsuki, ¿tú todavía nos has hecho esta ruta, verdad? - le pregunté, tratando de sonar lo más profesional que pude.
Negó con la cabeza, mirándome con curiosidad.
- Pues quédate un momento y te explico - hablé muy seria.
Los demás salieron de la sala y nos quedamos solos. Entonces, disimuladamente, cerré la puerta con pestillo y me acerqué a Katsuki, dirigiéndole una mirada sugerente.
- ¿Y bien? - esbozó una media sonrisa, empezando a comprender la situación.
- Es una avenida muy grande. Los puntos más conflictivos son un hospital y un centro comercial. Pero suele estar bastante tranquila - expliqué rápidamente, aproximándome aún más a él mientras me desabrochaba un botón de la camisa.
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Hazme explotar 2 (Katsuki Bakugou y tú)
FanfictionBakugou Katsuki y ___ están juntos desde su primer curso en la U.A. Pero ahora, la vida como héroes profesionales empieza para ellos. Y es dura. Muy dura. Los acontecimientos arrastrarán a ____ a tomar decisiones difíciles. Tal vez, incluso, la má...