17. Punto débil

12.7K 1K 773
                                    

Llegamos al hospital lo más rapido que pudimos. Sokudo nos esperaba en la puerta, visiblemente nervioso. Sus ojos delataban que no había dormido absolutamente nada y que había estado llorando. Le abrazamos para intentar reconfortarle un poco.

Después, caminamos hacia la habitación en la que se encontraba Kenkou mientras él nos explicaba lo sucedido.

- Anoche había quedado con Kenkou para cenar en un restaurante. - empezó a decir con voz temblorosa - Tardaba mucho en llegar y al principio pensé que solo lo hacía para fastidiarme... Pero según pasaba el tiempo, empecé a preocuparme. Le envie mensajes y le llamé pero no me contestó, así que fui a su piso.

Contuvo un sollozo, tapándose la boca con la mano.

- Tranquilo, Sokudo - le pasé la mano por los hombros - Sigue, por favor.
- Tampoco me abrió la puerta, así que terminé echándola abajo. - continuó entrecortadamente - Cuando entré, todo estaba revuelto. La encontré inconsciente y llena de golpes en el suelo del salón. - ya no pudo contener las lágrimas - La ventana estaba abierta de par en par, así que seguramente el villano huyó por allí.

Todos intercambiamos miradas de preocupación. Aquello no pintaba nada bien.

- ¿Qué pasó después?¿Cómo se encuentra Kenkou? - preguntó Shouto.
- Llamé a una ambulancia y los médicos se han pasado la noche haciéndole pruebas. Parece que no le ha afectado a ningún órgano vital y que podrá recuperarse totalmente. - suspiró aliviado - En cuanto se ha despertado, ha pedido que vinierais. Quiere contarnos a todos lo que pasó.

En ese momento llegamos a la habitación y Sokudo abrió la puerta para dejarnos entrar. Pero la mujer que encontré en esa cama no se parecía en nada a la Kenkou que yo conocía. Estaba temblorosa, llena de miedo. Parecía débil y vulnerable. Me impactó muchísimo verla en ese estado.

Nos acercamos a ella sin saber muy bien que decir. Sokudo se sentó en la cama y la rodeó con sus brazos.

- ¿Kenkou, cómo te encuentras? - se atrevió a preguntar Deku con mucha delicadeza.
- Como si me hubiese pasado un camión por encima... pero viva - murmuró con un hilo de voz.
- ¿Prefieres que nos vayamos y te dejemos descansar? - dijo Washi, a punto de llorar por verla así.
- No, no... tengo que contaroslo cuanto antes. - intentó incorporarse un poco  haciendo una mueca de dolor.
- Cuidado, cariño, deja que te ayude.

Sokudo la sujetó, ayudándola a recolocarse. Kenkou nos miró asustada y empezó a hablar.

- Ese cabrón se coló en mi piso, supongo que por la ventana. Me atacó por la espalda y me hizo caer al suelo. Me quedé tan en shock que no fui capaz de moverme. Dijo que tenía un mensaje para vosotros... y que la única razón por la que me dejaba con vida era para que os lo diese. - Kenkou tragó saliva.
- ¡Maldito capullo! - bramó Kumo, perdiendo los nervios.
- ¿Un mensaje?¿Qué mensaje? - Sokudo le acarició la cabeza.

Kenkou respiró hondo antes de continuar.

- Sus palabras se me han quedado tan grabadas que si cierro los ojos parece que todavía las esté escuchando. - cerró los ojos - Dijo..."Que les quede claro a esos héroes de mierda que no van a ganar. Hazles saber que, si no dejan de intentar hundir nuestro plan, sufrirán. Conocemos cuál es el punto débil de cada uno ellos y no dudaremos en utilizarlo para hacerles daño. A ti te dejaré vivir por ahora... pero el resto no correrá la misma suerte. Quedan avisados"

Hazme explotar 2 (Katsuki Bakugou y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora