Hazme explotar 2 (Katsuki Bakugou y tú)

3. ¿No confías en mí?

Traté de respirar hondo y tranquilizarme. Pero el mareo no desaparecía y me costaba mantenerme en pie. De pronto, unos brazos me sujetaron por la cintura.

- Tranquila, te tengo. - era Todoroki, que salía del vestuario masculino - ¿Otra vez?
- Sí... se me pasará enseguida - respondí con un hilo de voz, apoyándome en él - Gracias, Shouto.

Un par de minutos más tarde empecé a encontrarme mejor.

- ____, esto no puede seguir así - murmuró sin soltarme todavía.
- Lo sé, - hablé en voz baja - pero no quiero dejarlo ahora.
- Yo tampoco - suspiró - ¿Has hablado con Bakugou?
- No, no quiero decírselo - respondí alterándome un poco.
- No es idiota, se va a dar cuenta - me miró fijamente.
- Es mi problema, no te preocupes - le devolví la mirada - Ya puedes solt...

Alguien carraspeó y salió del vestuario. Era Katsuki. Me miró muy serio y Todoroki me soltó inmediatamente. Mierda.

- Katsuki... - me acerqué a él nerviosa - ¿qué has oído?
- Lo suficiente. - contestó desviando la mirada y apretando los labios - Ya me largo.
- Espera un momento, por favor - sujeté su muñeca.
- ¿Qué? - frunció el ceño.
- Os dejo solos - Todoroki caminó hacia las oficinas.

Le miré temblando, no sabía por dónde empezar.

- Me voy. - se soltó de mi agarre - Ya hablaremos después. ¿Terminas a las cinco como siempre, no? - no gritaba, eso no era buena señal.
- Hoy... hoy a las seis.

Asintió y se fue sin decir nada más. Apoyé la frente en la pared y cerré los ojos, apretando los párpados con fuerza, tratando de deshacer el nudo que se estaba formando en mi garganta. La había fastidiado pero bien.

Cuando me relajé un poco, volví a la oficina con mis compañeros para realizar el trabajo del día. Afortunadamente, no debía salir a patrullar y todo lo que tenía que hacer era revisar archivos y elaborar informes desde el ordenador. Menos mal, mi cabeza no estaba para luchar contra ningún villano en ese momento.

A Deku y a Todoroki también les tocó quedarse en la agencia. Deku no paró de dar cabezadas delante de la pantalla hasta que se hicieron las cinco, hora de terminar.

- ¿Vamos? - Todoroki se levantó de su puesto.
- Sí - contestamos Deku y yo a la vez, poniéndonos en pie.
- Espera, ____, ¿hoy vienes? - Deku me miró contrariado.
- Sí, pero solo una hora. - le sonreí - No quiero dejaros tirados.

Salimos de la agencia y nos dirigimos a la casa que ambos compartían. Por el camino, le estuvimos explicando a Deku lo que había pasado con Katsuki en la puerta de los vestuarios. Puso mala cara.

- Cuando os habéis ido a hablar a solas esta mañana, Kacchan no dejaba de mirar hacia la puerta de la sala en la que os habías metido - comentó nervioso - Entre eso y lo que me estáis contando...
- Debe de pensarse lo que no es - resopló Todoroki.
- Joder, qué mal, qué mal, qué mal... - murmuré muy agobiada.
- Tranquila, - Deku me puso la mano sobre el hombro - se le pasará.
- ¿Qué vas a hacer? - preguntó Todoroki, abriendo la puerta de la casa.

Todos entramos y nos encaminamos hacia el salón. Nos dejamos caer sobre el sofá.

- No lo sé - apoyé los codos en las rodillas y sujeté mi cabeza con las manos - No quiero contarle nada de esto pero...