5. Tres deseos

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Me desperté en la enfermería de la agencia. Todoroki y Deku me miraban con preocupación.

- ¡¿Estáis todos bien?! ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?! - pregunté muy nerviosa, incorporándome de golpe.

Mi cabeza volvió a girar y tuve que recostarme de nuevo. La enfermera se acercó a mí.

- No hagas movimientos bruscos, ____ - gruñó, empezando a curar la herida de mi mejilla.
- Gracias, Kenkou - murmuré tratando de controlar el dolor.
- Todos estamos bien, tranquila. - sonrió Deku .
- Hace una media hora que te has desmayado, ¿cómo te encuentras? - habló Todoroki.
- Si me muevo el mundo da vueltas - resoplé, tapándome los ojos con el antebrazo.
- ¿No estás descansando nada últimamente, verdad? - Kekou gruñó y me miró con mala cara - ¿Cuándo fue la última vez que dormiste más de cuatro horas seguidas?
- Bueno... yo... - titubeé nerviosa.
- ¿Y estás mucho más estresada que de costumbre, eh?
- Nada especial... - desvíe la mirada.
- ¿¡Te crees que soy tonta!? El agua de tu maldito cuerpo está muy desequilibrada, ¿sabes?¿No es la primera vez que te mareas, no? ¡¿Cuánto tiempo llevas así?! - su ceño se iba frunciendo por momentos.
- Unas dos semanas - reconocí tragando saliva.
- ¡Dos semanas! - cuando Kenkou se enfadaba daba miedo - ¡¿Pero se puede saber qué tienes en la cabeza?! - se giró hacia Todoroki y Deku con aire amenazante- ¡¿Lo sabiais y tampoco habéis dicho nada?!

Ambos retrocedieron, un poco pálidos.

- ¡Vosotros dos también sois unas malditas ojeras andantes! - se acercó a ellos apuntándoles con el dedo - ¡¿Se puede saber qué narices estáis haciendo?!
- No-nosotros... - se atrevió a responder Deku.
- ¿Estáis investigando por vuestra cuenta, eh? ¡Panda de inconscientes! - nos regañó mientras comenzaba a tratar mi espalda.

Los tres agachamos la cabeza.

- El jefe os dijo que no os encargaseis vosotros... Pero es imposible evitar que hagáis lo que os da la real gana - farfulló.

Terminó de curar mi espalda y me miró muy seria.

- ____, ha sido muy peligroso. Joder, estás al límite de que esto sea irreversible.

Le miré asustada, no pensaba que fuese algo tan grave.

- ¿Pero por qué me está pasando esto?
- ¿Maldicion, te lo repito otra vez? Con los nervios por las nubes y el descanso por los suelos, el agua de tu cuerpo se vuelve idiota. ¡¿Tengo que hacerte un dibujo?!
- ¿Y cómo lo soluciono? - pregunté angustiada.

- ¿Es evidente, no? - resopló - Intenta dscansar y relajarte. En dos o tres días tu agua debería volver a equilibrarse... - entrecerró los ojos - si no haces ninguna locura más.

También envió una mirada de aviso a Deku y Todoroki. Asentí, moviendo la cabeza despacio.

- ¿Puedes ponerte de pie? - preguntó apartándose de la camilla.

Traté de levantarme lentamente. La habitación ya no se movía. Menos mal.

- Bien. Si ocurre de nuevo más te vale decírmelo inmediatamente, ¿eh? - me advirtió - Si vuelve a pasar en menos de veinticuatro horas tendremos que tomar medidas más drásticas. Ya te puedes ir.
- Vale... gracias de nuevo, Kenkou - le sonreí tímidamente.
- Venga, largaos de una vez.

Hazme explotar 2 (Katsuki Bakugou y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora