06

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Sunghoon estaba sentado completamente solo en la parte más escondida del campus. Su mente volando lejos, así que ni sintió que alguien se había sentado a su lado en silencio.

Jake observó unos segundos su perfil, notando su mirada baja. El menor abrazaba sus piernas y mantenía el mentón sobre su rodilla, viéndose pequeño e indefenso.

Eso solo provocaba en Jake la necesidad de cuidarlo con todo lo que tenia.

No dijo nada, solo se inclinó y apoyó su cabeza sobre el hombro de Sunghoon, haciéndolo volver a la realidad.

— No te sentí llegar — mencionó el pelinegro, viendo el cabello castaño sobre su hombro.

— Dime que va mal, Hoonie — pidió con angustia — Sé que algo ocurre. Dime que esta mal y haré lo posible para remediarlo.

Sunghoon apartó la mirada sin emoción, solo ahí Jake se separó y lo miró con insistencia.

— ¿Por que lo dices? Todo está bien — mintió forzando una sonrisa.

Ya le dolía la cara de forzar tantas sonrisas en el ultimo tiempo.

— Siento que me estas dejando — confesó con pesar — Anoche te habrías tirado encima, me habrías abrazado diciendo que todo esta bien. Y en la cena, me habrías dado tu carne y una sonrisa, diciéndome que comiera bien. Pero no lo hiciste y comiste en silencio, ni siquiera me mirabas. Luego te despediste con un seco y frió "buenas noches" que terminó de destrozarme.

Sunghoon no dijo nada y se mantuvo neutro. Era cierto lo que decía Jake, había sido en extremo frió, estaba siéndolo. Ya no le salia ser lo de antes porque en el fondo su dolor ya no se lo permitía, había llegado al limite de lo que podía soportar.

Le dolía de todas las formas posibles estarse comportando así, pero ya estaba cansado de fingir. Necesitaba distancia. Esa amistad con Jake fue sana el primer tiempo, hasta que todo se volvió confuso y jodido: él enamorándose irremediablemente y Jake adoptando el papel de novio celoso siempre, como si fuera de su propiedad incluso siendo mejores amigos.

Ya no podían seguir así, se hacían daño mutuamente, porque Jake a su manera estaba sufriendo también, gracias a su repentina indiferencia y frialdad. Y es que no podía evitarlo, ya no quería estar así. Quería, y necesitaba, tomar distancia y volver eso que tenían un poco más... normal, hacer desaparecer aunque sea un poco esa capa enfermiza que tenían encima desde hace ya un tiempo.

— Tenemos que hablar de algo — dijo por fin. Y Jake temió, otra vez — pero no ahora, no es el momento. Cuando vuelva del trabajo, hablaremos.

El mayor lo vio levantarse, y no lo detuvo, solo lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su vista. Se quedo inmóvil. Sentía que lo perdía, que Sunghoon realmente se le estaba yendo de las manos.




La noche llegó y el menor recién llegaba a casa, un poco más tarde de lo normal. Su jefe había hecho reunión de empleados al cerrar la cafetería, así que se había pasado de la hora habitual de llegada.

Cuando entró, esperó ver a Jake en la sala viendo televisión, o sentado en la mesa estudiando, pero no estaba. Fue hasta su cuarto y tampoco tuvo éxito. Se dio cuenta de que faltaba la chaqueta de cuero, así que supo inmediatamente que había salido.

Suspiro resignado. Tendría que esperar para hablar con él.

Dejó sus cosas en la habitación y se devolvió a la sala con algunos libros y cuadernos. Estudiaría en lo que esperaba. Encendió el televisor y lo bajó casi al mínimo. Tenia la costumbre de estudiar con el volumen bajito, no sabia porque, solo era consciente de que no le molestaba y le ayudaba a concentrarse.

Unilateral I JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora