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Se moría de hambre. Su estomago llevaba molestando al menos media hora, reclamando comida.

La ultima vez que consumió algo fue para el almuerzo, y de eso ya habían sido al menos unas cuatro horas. Pero, estando en la biblioteca, no podía comer nada, y a decir verdad prefería terminar el trabajo y quedarse tranquilo con eso, que ir a comer y perder las ganas de cumplir con sus deberes.

Ahogó su bostezo y refregó sus ojos. Estaba fatigado y somnoliento. La noche anterior se volvió a desvelar jugando videojuegos.

Sintió a alguien acomodarse enfrente, dejando su mochila y mirándolo fijamente. Cuando alzó la vista se encontró a un apacible Jungwon que lo observaba con cierto interés que no había notado antes.

— ¿Qué? — inquirió confundido. Mantuvo la cabeza apoyada sobre su mano mientras el bolígrafo se movía entre los dedos de su otra extremidad.

No era la persona más atenta y preocupada. Bien sabia que dentro del grupo de amigos podría ser tranquilamente el que menos importancia le daba a todo, así que no podía fingir interés mientras Jungwon lo observaba de esa forma. Ni siquiera entendía que demonios quería.

— Lo que te dije hoy, iba en serio — dijo con seriedad, demasiada. Jungwon era más bien divertido y tan despreocupado como él, pero tenia la capacidad de darle seriedad a lo que debía, y en ese momento estaba serio y jodidamente rígido.

— ¿El qué? — volvió a preguntar retomando la escritura. Ya casi terminaba. Regresaría a casa y dormiría una siesta y seguramente a la noche volvería a desvelarse jugando.

Los demás estaban en sus ultimas clases, pero él decidió saltarse una para ocupar el tiempo en la biblioteca, terminando ese trabajo que debía entregar mañana y que no había hecho por irresponsable. Siempre dejaba todo a ultimo momento, por eso siempre Ni-ki le decía que era un holgazán.

— Sobre hacer lo mismo que hacen Sun y Heeseung. Ya sabes, eso — recordó.

Y Jay solo pudo sonreír divertido, sin importancia.

— ¿A cuantos chicos has besado, Jungwon?

— A ninguno — respondió renuente, pero enseguida recuperó su entusiasmo habitual — Pero serias el primero, Jay.

— No soy hetero curioso, y tú tampoco. Déjate de estupideces — reclamó ya con tono áspero. Le parecía una estupidez.

— ¡Uy, Jay! — exclamó en voz alta con capricho. Rápidamente se encogió cuando oyó los siseos de algunos estudiantes, haciéndolo callar. Jungwon se sonrojó por la vergüenza y pidió disculpas antes de dirigirse a su amigo otra vez — Podemos probar una vez. Si no nos gusta, lo dejamos.

— Pídele a alguien más que te ayude con tu curiosidad.

— Pero yo quiero probar contigo — espetó terco, no iba a parar hasta que Jay aceptara intentarlo con él.

— Jungwon, ¿por qué mierda quieres hacer eso? ¿Desde cuando te gustan los chicos? — dejó de hacer su trabajo y miró severamente al castaño que comenzó a jugar con sus dedos por el regaño.

— No siento que me gusten, solo se me antojó intentar lo que hacen nuestros amigos. Ellos se ven bien a pesar de eso, ¿sabes? Entonces no creo que sea malo.

— A Heeseung le atrae físicamente Sunghoon, y Sun debe ser bisexual o gay. Por eso funciona — explicó tratando de hacer entender a su amigo el caprichoso — Yo no soy gay, y no me atraes físicamente. Tú no eres gay y te encantan las mujeres. Ya déjalo.

— ¿Quien dijo que no me atraes físicamente, Jay? — dijo ya con rabia, hastiado por la negativa de Jay — No digo que quiera casarme contigo ni mucho menos, pero la verdad que ahora estoy interesado en ti. Supongo que eso me hace bisexual, o solo un hetero con increíble gusto.

Unilateral I JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora