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Maldijo una vez más frente al espejo antes de salir del baño y encaminarse nuevamente a la cafetería.

Debía admitir que no estaba siendo un buen día. Primero, se quedó dormido y no llegó a la primer clase, por lo tanto no entregó el trabajo que lo mantuvo despierto hasta altas horas de la madrugada. Cuando encontró al profesor este se lo recibió, pero le aseguró que tendría unos puntos menos. Segundo, cuando llegó a la cafetería para el almuerzo, solo vio de lejos a Ni-ki y Jungwon sentados en la mesa, riéndose y coqueteando. No era una imagen nada linda, debía admitirlo. Eso ya era algo que se venia repitiendo en los últimos días, y en serio no entendía que mierda con Ni-ki.

¿No se supone que era hetero? De serlo, debía decir que era una heterosexualidad demasiado flexible porque incluso cuando estaban ellos presentes se le daba por tocar a Jungwon de a ratos. Lo pero era que este se dejaba, y de alguna estúpida manera, eso le hervía la sangre.

Caminó por el corredor con calma, sin apuro de llegar y ver otra escena por parte de esos dos. Ya estaba hastiado de tanta dulzura.

— Oppa, hola — de repente, una chica lo llamó cuando se cruzaron en la escalera. Él iba a bajar, mientras ella venia del piso superior.

—  Hola — saludó sin entusiasmo. Enseguida se acordó que era la chica que se acercó a la mesa la otra vez para buscar a Jungwon — Oh, eres la chica que salió con Jungwon ayer.

Ella hizo una mueca y enseguida se acercó, viéndose un poco preocupada.

— De hecho, le quería pedir si puede entregarle esto a Jungwon como disculpa por no cumplir con nuestra cita. Iría yo misma, pero en realidad me da vergüenza — admitió con un pequeño sonrojo. Enseguida le entregó una pequeña bolsa con algunos dulces, dejando confundido al pelinegro.

— ¿Como que no fuiste?

— No pude. Tuve un problema en casa y me ocupé con eso. Lo llamé para avisarle y él lo aceptó, pero me siento apenada así que pensé en entregarle esto a modo de disculpa. Déselo por mi, por favor. De parte de Min Ying.

— Si, pero...

— ¡Muchas gracias, oppa!

Y sin más, se fue dejándolo con la bolsa en la mano, lleno de confusión que le duró apenas un instante cuando por fin entendió todo.

Se sintió molesto. Jungwon rechazó su invitación para pasar el rato juntos con la absurda excusa de su cita, cosa que en realidad no pasó. Entendía que él estuviera un poco dolido por lo que ocurrió, pero no dejaba de molestarle que huyera como si fuera la peste. Carajo, si le iba a proponer que hicieran algo juntos como amigos, no que fueran a matar a alguien.

Ya estaba harto.

Continuó con su camino hasta la cafetería, en donde estaban todos. Heeseung leía tranquilo mientras bebía de su botella de agua. Sunoo comía ignorando a todo el mundo. Jake y Sunghoon hablaban mientras comían, sonriendo como un par de enamorados. De hecho, ese día habían llegado de la mano, y lo gracioso fue que Jake andaba casi colgado del menor, como un niño. Prácticamente habían regresado al inicio, solo que esta vez su amigo era consciente de los sentimientos de Sunghoon, y este no tenia que esconder nada.

En cuanto a Ni-ki y Jungwon, seguían pegados. El coreano observaba algo en su móvil, y el pelinegro se mantenía casi encima, apoyando el mentón sobre su hombro viendo lo que sea que Jungwon le mostraba.

Se acercó a paso seguro.

— Jungwon — llamó seco, y rápidamente obtuvo la atención de ambos — Ven un momento, necesito hablarte.

Unilateral I JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora