51

1.1K 99 23
                                    

Ese día al despertar, Jay se encontró con más de cien mensajes en el grupo.

Algunos eran de los chicos hablando de estupideces, igual que siempre, otra pequeña parte era sobre los planes que tenían para ese día porque pensaban reunirse; mientras que la mayor parte era de ellos quejándose y reclamándole a Jungwon por haber desaparecido sin decir nada.

Solo permaneció acostado leyendo, sonriendo cuando Jungwon se disculpaba y mandaba emojis tristes. Se quedó viendo el ultimo mensaje en el grupo: era Jake avisando que fueran a su casa en la tarde para planear lo que harían para año nuevo. Solo faltaban unos días.

Se quitó el cobertor de encima quedando al borde de la cama, sintiéndose tan perezoso como siempre. Cuando el móvil a su lado sonó, solo tuvo que observar el nombre de Jungwon en la pantalla para atender al instante.

No puedo creer que me hayas atendido. Realmente vas en serio — dijo el menor inmediatamente, con notoria emoción y sorpresa en la voz.

— ¿Por qué no lo haría? — preguntó con genuina confusión. Su voz ronca por despertar recién.

Se levantó de la cama y fue directo al baño, colocándose el aparato entre el hombro y su oído para tomar su cepillo dental.

Es que tú nunca atiendes las llamadas cuando recién te despiertas.

Jay detuvo el movimiento en sus dientes, viéndose en el espejo con un toque de impresión al oír al castaño. ¿De verdad hacia eso? Aunque no era lo que le provocó sorpresa, sino el que Jungwon fuera capaz de saberlo.

— ¿De verdad hago eso? — preguntó después de escupir en el lavabo. Escuchó la risa al otro lado de la linea, y eso le hizo sonreír también.

¡Si! Cada vez que los chicos te llamaban para preguntarte si irías a clase- ya sabes cuando llegabas tarde, tú nunca les respondías. Solo enviabas un mensaje al grupo avisando que estabas en camino. Yo supongo que es porque siempre te levantas de mal humor y por eso no te gusta atender el móvil tan temprano, pero ahora lo hiciste conmigo — explicó rápidamente, casi ahogándose con las palabras — Esta es claramente una muestra de afecto viniendo en ti.

— ¿Y... esta bien? — preguntó sin saber que decir realmente.

Claro que si. No necesito mierda cursi, con estos gestos estoy más que feliz, porque son completamente genuinos y tuyos — dijo con una voz tan cálida y suave que Jay rápidamente volvió a sentir la misma sensación extraña del día anterior cuando Jungwon lo besó.

— Me acaba de dar algo en el estomago otra vez, Jungwon, creo que me voy a enfermar — murmuró alerta.

Pero Jungwon lejos de preocuparse solo pudo reírse porque ya sabia a que se debía, y eso solo hizo querer estar con Jay para tirarsele encima y llenarle la cara de besos. Ahora se podía dar el lujo. El solo pensamiento le llenó de emoción como la mierda.

Carajo. Estaba tan enamorado que casi rozaba lo patético.

Oye, ¿me abres la puerta?

— ¿Qué? ¿Estas en mi puerta? — preguntó atropelladamente. Salió del baño y casi corrió por el pasillo.

Coco se le adelantó e inmediatamente comenzó a saltar la puerta, ladrando y tratando de mirar por debajo.

Si, desde que te llamé. Pensé que podíamos desayunar juntos.

Jay no demoró en abrir y encontrarse al castaño del otro lado, de pie en el pasillo con una bolsa mientras guardaba el móvil. Él también cortó la llamada y bajó el aparato, viendo a su novio sin decir nada.

Unilateral I JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora