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Cuando Ni-ki le dijo que Heeseung podía ayudarlo simplemente se negó, porque no había forma que pudiera pedirle ayuda a ese idiota. Mucho menos pedirle perdón por los arranques de rabia que había tenido con él últimamente.

Pero, si lo pensaba mejor, tenia sentido. Heeseung se volvió más cercano a su pequeño Hoon, e incluso lo tenia.. de otra forma, así que no podía ayudarle.

Solo que él seguía resentido. Todavía no se hacia a la idea de que Sunghoon se alejó para pegarse a Heeseung, y sin embargo no tenían más que amistad, porque cuando estaban todos juntos él no evitaba analizarlos, esperando encontrar algún indicio que le dijera que tenían algo más que no habían dicho.

Seguían teniendo esa actitud amistosa; molestándose entre si y riéndose de algo que les causaba risa a ambos.

Cada vez que veía eso, se echaba de a tres chicles a la boca, masticando como si así se le fuera toda la rabia del momento.

Sin embargo, se dijo que en esos momentos el único que podía ayudarle era Heeseung, así que ahí estaba.

Observó la puerta antes de quedarse apoyado contra la pared a un lado, soltando un suspiro mientras bebía de su jugo totalmente solo en el pasillo. Se quedó así unos minutos, hasta que cierto pelinegro se acercó y lo miró con sorpresa.

— ¿Jake? — llamó Sunghoon con intriga. El mayor nunca iba a esperar a los demás, solo con él lo hacia así que en esos momentos estaba extrañado de verlo fuera del salón de Heeseung — ¿Esperas a Heeseung?

— Si — respondió despegándose del muro, viéndolo con cierta ansiedad que escondió bien — Y... ¿tú vienes a esperarlo también?

— Si, también — respondió quedándose contra la pared. Cruzó los brazos sobre su pecho y se mantuvo en silencio, sintiendo el ambiente jodidamente incomodo. Por Dios, que odiaba esos silencios con Jake, se sentían tan raros e impersonales. Ellos nunca tuvieron ese tipo de silencios entre ambos.

— ¿Se van juntos a casa? — se atrevió a preguntar sin mirarlo.

— No, le quiero dar su llave del apartamento, olvide dársela. Hoy trabajo después de clase.

— Oh... cierto — murmuró recordando el horario del menor.

Silencio otra vez.

Varios metros los separaban.

Y Jake tenia ganas de colgarse de Sunghoon como hacia siempre.

— Estaba pensando en disculparme por la llamada de la otra noche, pero la verdad no lo lamento — dijo de repente, haciendo que Sunghoon lo mirara — Solo lamento el que no hayas querido verme.

— Jake...

— Ya sé; no quieres hablar sobre el asunto, pero de verdad necesito que hablemos sobre ello — atajó enseguida. Era la ultima vez que intentaría hablar con Sunghoon directamente, luego a la mierda, empezaría a hacer lo que pensaba a sus espaldas porque no había forma que solo dejara ir a Sunghoon. No había forma — Tus sentimientos no me molestan. Solo estaba sorprendido, pero ya los acepté, y... y de verdad quiero hacer algo para que deje de dolerte. Lo que sea.

— Ya... — murmuró desinteresado.

— Deja de ser así. Odio lo frió que te has vuelto conmigo — espetó con rabia.

— ¿Como debería ser entonces? ¿El mismo imbécil de antes que toleraba todo callado la boca? ¿Qué solo miraba cuando te ibas con alguna chica y se callaba la boca por miedo a perderte?

Unilateral I JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora