Unilateral I Jakehoon

08

Cuando despertó ese día, igual de temprano que siempre, no se levantó enseguida y en cambio se quedó en el lugar de lado. Sentía a Sunghoon durmiendo a centímetros, y solo cuando este movió una pierna dormido decidió darse la vuelta con cuidado y ver a su espalda.

No habían hecho nada. Tampoco era un cabrón que iba a buscar follarse de nuevo a su amigo cuando este estaba tan mal, pero le había ofrecido dormir con él, y Sunghoon aceptó inmediatamente. Tenia el cuarto de individuos que normalmente usaba su madre cuando iba a quedarse con él unos días, y se lo dio a Sunghoon para que se quedara tranquilo porque este le confesó que no quería regresar a su casa tampoco. Quería evitar los regaños de su madre, lo ultimo que necesitaba era más problemas.

— Sun — llamó despacio sosteniendo su hombro para despertarlo, pero inmediatamente notó el temblor en su cuerpo y el sonrojo en sus mejillas. No demoró en darse cuenta que tenia un poco subida la temperatura — Y eso que te dije, tonto — masculló levantándose de la cama enseguida.

— Perdón — murmuró con los ojos cerrados.

Se quitó las mantas de encima y se sentó en la cama. Se sentía horrible. Le dolía todo, tanto física como emocionalmente, se sentía destruido.

Heeseung regresó al instante con un vaso de agua y una pastilla que le ofreció mientras se sentaba a su lado en la cama, preocupado y atento.

— Es para bajar la fiebre.

— Gracias.

El castaño lo miró un momento antes de atraerlo y hacer que Sunghoon se recargara en él. En un instante terminaron acostados y el menor se acomodó para usarlo de almohada sin recibir queja de su parte.

— No iré a la universidad por lo menos lo que me queda de vida — comentó con simpleza, monótono.

— No seas tonto. Si no quieres hablar con Jake entonces debes ignorarlo, pasar de él. Ya le dejaste en claro que no podías seguir siendo su amigo — regañó dándole palmaditas en la espalda, como si Sunghoon fuera un bebe. Siguió sin recibir queja alguna.

— No creo que le importe. Lo conozco bien, por algo fui su amigo por tanto tiempo.

— Tendrá que entenderlo. Eso que tenían no era nada sano, Sun, tú también lo sabes.

— Si, lo se — murmuró — pero dudo que Jake lo sepa. Para él, nada iba mal.

— Bueno... — dijo mientras se sentaba y miraba al pelinegro recostado, este lo observaba por debajo de sus largas pestañas — tendrá que entenderlo. Me iré a duchar. Tú puedes quedarte aquí si quieres, pero yo debo ir a mis clases.

Sunghoon lo vio levantarse, y antes de que pudiera detener las palabras, dijo:

— ¿Quieres compañía en la ducha? 

Y solo recibió una sonrisa ladina y el asentimiento por parte del mayor que salió del cuarto. Inmediatamente se colocó de pie y salio a la siga del castaño mientras comenzaba a desabrochar los botones de su camisa.

Ya había perdido la cuenta de las veces que maldijo a Sunghoon mientras caminaba a toda prisa. Aunque, era su culpa también.

Nadie lo mando a tirarse sobre el menor cuando estaba con una toalla en la cintura buscando ropa en su mochila. Mucho menos nadie le dijo que lo pusiera en cuatro y lo follara incluso si ya lo habían hecho en la ducha.

Y Sunghoon tampoco se negó. De hecho, terminó riéndose contra la almohada cuando lo oyó maldecir con la voz ronca y la respiración agitada, echándole la culpa porque llegaría tarde a sus clases.