Unilateral I Jakehoon

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Jungwon pensó que la vista desde el balcón del apartamento de Jake era increíble. Podía ver todo sin obstáculos, claro y nítido. Ojala pudiera sentirse igual de claro, no estaría fumándose el segundo cigarro.

Los demás estaban adentro. Podía oír sus risas escandalosas mientras hablaban vete a saber de que. Él llevaba al menos media hora en el mismo lugar, pensativo. De repente la inseguridad se había presentado como una enorme ola que arrasó con todo en un instante, volviéndolo la cosa inestable que normalmente mantenía escondida. No le gustaba mostrar esa parte débil y vulnerable de si, muchas veces solo quería que desapareciera, pero no conseguía deshacerse de la inseguridad que en el pasado lo atacó varias veces. 

El ambiente entre él y Jay se había vuelto un poco tenso después del pequeño y minúsculo incidente que ocurrió en su apartamento, antes de llegar a casa de Jake. Lo que había pasado no era nada en realidad, no debería tenerlos así, tensos y con ánimos de hablar poco entre ellos. No había sido gran cosa, pero por alguna razón, ambos sabían que fue mucho más que pequeño e insignificante.

— Hey, ¿que pasa contigo? — la voz repentina de Heeseung se escuchó a su lado, preocupado y curioso. Se apoyó contra la barandilla y lo miró fijamente, pero él no le devolvió el gesto, solo inhaló el humo y luego lo dejó ir con un suspiro.

— Es tan estúpido que si te cuento, vas a reírte — murmuró con amargo humor.

— Nah, ¿como crees? — bufó con una pequeña sonrisa mientras le daba un golpecito en el hombro — Cuéntame. Ya sabes que soy el psicólogo del grupo.

Jungwon sonrió. Era cierto que cada vez que ocurría algo, ellos acudían a su amigo. Heeseung siempre fue bueno para dar consejos, era alguien maduro y realista, con los pies bien puestos sobre la tierra. Él jamas dudaba en decir lo que pensaba, lo bien o mal que algo estaba, severamente honesto. A veces se preguntaba quien lo ayudaba cuando tenia sus propios problemas, porque contrariamente, Heeseung era bueno escuchando y aconsejando, pero jamas hablaba de lo que le pasaba. Seguía siendo reservado en ese aspecto.

— Antes de venir, estaba en el apartamento de Jay. Fui a verlo para desayunar juntos, después vimos una película que en realidad no vi, estaba más ocupado mirándolo a él — comenzó a contar. Heeseung asintió con suma atención — En cierto momento lo besé, y él me correspondió, y lo estúpido fue que me asusté cuando sentí que tuvo intenciones de ir más allá.

— ¿Que dices? — murmuró sin creerlo. El castaño lo miró por fin y solo asintió encogiéndose de hombros con derrota. Heeseung tuvo ganas de zamarrearlo un poco — Jay ha sido tu amor imposible en el ultimo tiempo, y ahora que por fin te corresponde, ¿dices que te dio miedo follar con él? Ven aquí, ven aquí que voy a darte un abrazo hasta dejarte sin aire, pequeño tonto.

El coreano solo pudo sonreír nerviosamente mientras alejaba las peligrosas manos de Heeseung que realmente querían matarlo en ese instante.

— No puedo creerlo. Deberías habértelo follado ahí mismo, al carajo todo. ¿Qué pasa contigo? ¿El viaje a Nueva York te dejó más idiota o que? — exclamó.

— Bueno perdón, yo realmente no pensé que él quisiera acostarse conmigo tan pronto, demonios. Antes huía de mi, y ahora quiere tener sexo.

— Es normal. Son novios, un par de adultos con necesidades. Además, es Jay, estoy seguro que hace un siglo no tiene sexo — dijo con obviedad — Siento pena por ti. Rezare para que salgas vivo de eso, amigo.

Jungwon no ocultó su tic nervioso antes las palabras de su amigo. En serio, Heeseung podía ser muy bueno con las palabras pero también seguía siendo el mismo imbécil de siempre.