Sembrador ha Encontrado su Retoño

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CAPITULO XXIX

Presente:2002

Marcus.

Iba de vuelta a casa cuando percibo el olor a hierro de la magia lo cual me hace pensar en Cyra pero descarto esa idea rápidamente porque era diferente, era muy fuerte y sentía el gran poder la magia negra podría jurar que es de un nigromante, paro en seco y veo un hombre vestido con una capa y capucha roja, este me ve por el rabillo del ojo y yo me doy cuenta que tiene armamento de cazador de vampiros el cual lo ocultaba su capa, a penas notar esto yo me escondo, maldigo en mi mente por mi imprudencia de no haber ido con más precaución, yo nunca he sido bueno con las peleas mi hermano David siempre me defendía y por lo general siempre trataba de no meterme en problemas.

—Muéstrate hijo de la rosa negra— dijo el hombre con una voz dura y fría.

—Aquí estoy, yo no quiero problemas solo quiero seguir mi camino —Dije saliendo de mi escondite.

—Respóndeme esta pregunta —dijo mirándome, no podía ver bien su rostro, ya que la capucha la tapada —¿Eres hijo de Aniano Marconi?

—Eso no es asunto tuyo... —Dije poniéndome alerta ya que tal vez estuviese cazando a vampiros provenientes de familias reales.

—Si respondes esa pregunta podría dejarte seguir tu camino en paz —Dijo insistiendo.

—No soy hijo de Aniano Marconi —Mentí para ver si me dejaba en paz.

—Respuesta incorrecta mentiroso —dijo metiendo su mano dentro de la capa, a lo que me rocía un polvo el cual hace que caiga al piso paralizado, seguramente es polvo de belladona es una planta la cual es muy peligrosa para los vampiros.

—Aniano tiene 6 hijos—Dijo pisando mi pecho con su bota pesada— ¿Cuál eres tú?

—El sexto —dijo Adrián alzando al hombre del cuello de manera que ahorcaba lentamente.

—Ni tu ni tu hermano me son útiles hijo de Cyra — dijo entre cortado— libérame...

—Te liberaré si me dices tu nombre —dijo Adrián acércalo a su rostro.

—Lucas Williams —dijo a lo que Adrián lo dejo caer en el piso, apenas calló al piso desapareció.

—Marcus... Estas bajo efectos de la belladona —Dijo, a lo que yo pensé «No me digas», este me carga, nunca en mi vida me sentí tan estúpido quedé enfrente del cazador como un idiota —Menos mal que llegué a tiempo para salvar a mi hermanito... sin rencores Marcus eso ya paso cada uno ya hizo su vida.

«Tiene razón ya deberíamos dejar los rencores del pasado»

—De hecho, he pensado en ayudarte a buscarla, sabes... yo también hubiese querido tener una familia con ella —las lágrimas de Adrián caían en mi cara —eres afortunado.

«Adrián cambió demasiado desde que conoció a Clarisse, me pregunto cómo fue que ella llegó a su vida... un día se iba a casar con Verona y al otro Verona desaparece y luego de mucho tiempo hizo su vida con otra persona»

—Aunque ella me enseñó a perdonar yo no perdono a mis padres, ellos nunca nos amaron, siempre fuimos sus ratones, bufones de la corte — Dijo con un toque de ira en sus palabras, yo tampoco los he perdonados a todos.

(..)

Una vez en el castillo Adrián me inyecta el antídoto para que el efecto de parálisis se vaya más rápido, estaba en el laboratorio-consultorio de Adrián, él estudió química, pero no lo terminó por temor de volverse como papá y aunque sé que el ama la química empezó a estudiar medicina tanto humana como de vampiros nunca supe porque eligió esa carrera.

—Listo, hermanito ¿sientes hormigueo, calambres... espasmos? —dijo observándome a detalle, yo estaba acostado en una camilla, a los minutos de que el me administrara el antídoto me siento.

—No, gra...ci...as A...dri...án— dije como si me pesara la lengua para hablar, parecía un idiota hablando, a lo que Adrián se ríe a carcajadas y yo le saco el dedo medio, Verona abre la puerta del laboratorio de Adrián abruptamente se veía muy preocupada.

—¡Marcus! —dice corriendo hacia mí con toda velocidad, para abrazarme —Dijimos que buscaríamos a nuestra hija juntos —dijo reprochándome —Mírate... casi mueres a mano de un cazador.

—En... con... tré... a...Rosalie — Dije lo mejor que pude intentando hablar bien, mientras Adrián se reía de mí, ella me sonríe y me abraza muy fuerte.

—¿Por qué habla así? ¿Por qué te ríes? No es gracioso—dijo Verona a Adrián fulminándolo con la mirada.

—Un efecto segundario del antídoto, debido a que el cazador le roció en la cara belladona pulverizada —dice despreocupado.

—Vamos a buscar a nuestra hija —toma mis manos —Juntos.

—Si... pero antes hay unas coas que debo decirte —respiro muy hondo— estoy un 90 por ciento seguro que es nuestra hija, hay un 10 por ciento que hace dudar, la niña que encontré tiene padres humanos, y está en un preescolar con otros niños ¿Cómo se supone que controla su sed de sangre?

—Yo vi a Rosalie... dormida... unos minutos, conozco su olor, además soy su madre la reconocería hasta con una peluca y otro nombre.

—Es curioso que cuando tu deseas algo con mucho fervor, luchas por eso para cuando lo obtienes es muy probable que las cosas no sean como lo pensaste.

—Cyra Marconi

El Clan Black RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora