El Clan Black Rose

De Vuelta a Rumania

*CAPITULO LXIV*

Pasado: 1892

Verona.

Ya me he recuperado bastante gracias a los sueros del señor Aniano, he notado estos últimos días a Adrián distante, he querido hablarlo con el pero siempre está ocupado, eso me estaba empezando preocupar porque me da la sensación de que me está evitando, quedan solo dos días para que volvamos a Rumania y quisiera aprovechar estos días para estar con él. Tal vez se culpa de ese incidente en el limbo, también quería hablar con Adrián sobre una carta que recibí esta mañana junto con una rosa blanca.

Fui a ver a Vicent quería hablar con el sobre todo lo que estaba pasando, además no lo había visto en días, realmente no he visto a muchas personas en días solo al señor Aniano, quien estaba al pendiente de mí y de vez en cuando el medico que me estaba atendiendo.

Primero fui a desayunar en el comedor, me dieron pan, con jamón y tocino, junto con jugo de manzanas, al terminar agradecí a los sirvientes y me fui a buscar a Vicent, el cual estaba tocando el piano, tocaba para Elisa, yo le sonreí apenas volteo su mirada aplaudí porque sonaba hermoso, de verdad la música se le daba muy bien, me senté junto a él y ambos empezamos a tocar Claro de Luna, a mitad de la pieza el me miró fijamente sabía que me preguntaría porque lo fui a buscar.

—Sé que viniste porque te siente sola, Adrián ha estado muy ocupado además Daniel tiene que irse hoy también —dijo mientras ambos continuábamos la melodía en una muy buena sincronía.

—Pues sí, siento a Adrián muy distante, desde el día del accidente, me pregunto quién fue el responsable de habernos arrastrado hasta aquel lugar tan horrible —dije pensativa.

—Tengo una teoría, tal vez alguien del infierno, ¿Culpa de Cyra o de papá? No lo sé —propuso dejando esa pregunta al aire, también pensé en la carta que recibí recientemente junto con unas flores.

—Tal vez en Rumania con ayuda de Karl podamos averiguar que está pasando, sé que Adrián tuvo un problema con el, pero pienso que es el único brujo que conozco —le compartí mi idea dejando de tocar el piano dejando la pieza musical a medias.

—Me parece una idea de lo más maravillosa, aunque no estoy seguro que sea pertinente puesto que lo que le hizo Karl a Adrián no tiene nombre, por poco Adrián se vuelve la perra de Lilith — abrí mis ojos en grande no podía creerlo Karl vendió a Adrián, pero pedirle ayuda a Cyra no era una opción.

—Me sorprende, aunque hay algo detrás de todo esto conozco a Karl seguro pasó algo... —dije incrédula.

—Escríbele una carta a ver creo que regresó a Gran Bretaña — asentí me levanté del banco del piano.

—Voy a escribirle a ver, aunque creo que su respuesta puede tardar meses y no le llegue ... —observe un momento un sirviente que venia a nuestra dirección.

—Rápido Adrián y Marcus se están peleando en el jardín de la será Cristine — nos avisó el sirviente a lo que yo fui lo más rápido que pude al jardín de la madre de Marcus, realmente mi velocidad era muy lenta a comparación a la de ellos. Al llegar los oigo a lo lejos hablar sobre mi persona.

—Verona no te quiere, ella me amará a mí— grita Marcus lo cual me sorprendió muchísimo—Por favor esto es solo una excusa para decir que eres mejor que yo, la quieres porque yo la quiero— veo a lo lejos como ambos se golpeaban uno al otro.

—Tú no sabes nada, siempre estás ausente y ves lo que quieres ver —veo como Adrián toma por el cuello de la camisa a Marcus y lo lanza contra un arbusto de espinas que estaba cerca yo me apresuro y corro a todo lo que dan mis humanas piernas.